Las ventas de coches eléctricos se disparan en España, pero el Plan MOVES ya no basta

Las ventas de coches eléctricos en España suben un 45%, pero el sector alerta: sin nuevas ayudas, el ritmo caerá. AEDIVE propone reactivar estímulos para alcanzar los objetivos de 2030 y convertir la movilidad eléctrica en motor económico del país y no quedarnos atrás respecto al resto de Europa y de Asia.

Las ventas de coches eléctricos se disparan en España, pero el Plan MOVES ya no basta

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Publicado: 18/07/2025 09:29

Las ventas de coches eléctricos siguen creciendo en España, pero la falta de medidas más ambiciosas amenaza con enfriar el ritmo de implantación. Según datos de AEDIVE y GANVAM, entre enero y marzo se matricularon 44.903 vehículos eléctricos en nuestro país, lo que supone un aumento del 45,1% respecto al mismo periodo del año anterior. Solo en marzo, el crecimiento fue del 62,7 %, gracias en parte al impulso de compras adelantadas ante la incertidumbre sobre la continuidad del Plan MOVES.

Aunque el Gobierno acabó reactivando estas ayudas con efecto retroactivo hasta final de 2025, las asociaciones del sector advierten que este ritmo podría no mantenerse sin nuevas medidas. La demanda necesita ser estimulada de forma continua para acercarse a los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que fija una meta de 5,5 millones de eléctricos circulando en 2030.

Más allá de las ayudas: industria, PIB y competitividad

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Para alcanzar ese objetivo, España tendría que multiplicar por siete el número anual de matriculaciones actuales. Pero el desafío es también una oportunidad: AEDIVE estima que el sector de la movilidad eléctrica podría aportar 11.000 millones de euros al PIB si se implementan los estímulos adecuados. Esto supondría un crecimiento medio del 1,94 % del PIB anual durante los próximos cinco años, consolidando la movilidad como un pilar económico estratégico.

El contexto europeo también obliga a actuar. Mientras las ventas de coches eléctricos puros cayeron un 1,3 % en la UE tras la retirada de subvenciones en países como Alemania, los fabricantes enfrentan un 2025 incierto, marcado por nuevos aranceles en EE. UU., descenso de ventas en China y exigencias de emisiones más estrictas. Todo ello forma una “tormenta perfecta”, según analistas de UBS, que defienden el regreso de estímulos fiscales como una medida necesaria.

El reto no es solo vender más coches eléctricos, sino también desarrollar una cadena de valor sólida y resiliente, capaz de generar empleo e impulsar la industrialización verde. Países del sudeste asiático como Tailandia, Indonesia o Vietnam ya están posicionándose con incentivos agresivos y apoyo a fabricantes como VinFast.

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Gama Vinfast

En este contexto, organismos como S&P Global Mobility destacan la necesidad de construir una hoja de ruta sólida. La clave estará en empresas que apuesten por la sostenibilidad, la automatización y las alianzas estratégicas, y que preparen su fuerza laboral para las exigencias de una industria en transformación constante.

Mientras tanto, las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) siguen consolidándose como una de las políticas más eficaces para acelerar la adopción del vehículo eléctrico, aunque su implantación aún es desigual en ciudades medianas. El retraso en su aplicación pone en riesgo uno de los pocos estímulos estructurales que hoy tiene el usuario final.

En definitiva, el crecimiento del coche eléctrico en España es una buena noticia, pero no está garantizado. Hacen falta medidas estables, visión a largo plazo y una apuesta firme por la electrificación como motor económico y climático y no solo como postureo político, como hasta ahora. Europa ya ha dado el primer paso. Ahora le toca a España no quedarse atrás.