Para GM, reducir el precio del Volt es una prioridad
Cuando los clientes se acercan a un concesionario de Chevrolet a ver el Volt, el precio es una de las primeras quejas. Los más de 40.000 euros que cuesta en Europa, lo convierten en uno de los eléctricos más caros del momento. El resultado, unas ventas que no hacen más que bajar.
Preguntado por esta cuestión, ingeniero jefe de General Motors, ha confirmado que actualmente están trabajando en la reducción del precio del eléctrico con extensor de autonomía. Una prioridad que está por delante del desarrollo de su tecnología. Una tecnología con tres años en el mercado, que también empieza a pedir una renovación.
Según el Sr Palmer, ahora mismo no pueden aumentar la autonomía del modo eléctrico precisamente por que supondría añadir más baterías, y esto supondría incrementar todavía más el precio. La solución sería lanzar nuevos modelos, pero según GM, no será por lo menos hasta el 2017 cuando veamos nuevos eléctricos en la gama del fabricante norteamericano.
Con esto en la mano, la prioridad ahora mismo es logra bajar el precio. Pero el tiempo pasa, y la tecnología del Volt se queda cada días más desfasada. Los apenas 65 kilómetros de autonomía en modo eléctrico cada día parecen menos, y según se desprende de las palabras del representante de GM, no parece que veamos cambios importantes hasta dentro de al menos tres años.
Ahora mismo GM cuenta con tres modelos eléctricos. El Volt, limitado por su elevado precio, el Cadillac ELR, destinado al mercado de lujo, pero con bajas expectativas de ventas con apenas 99 unidades entregadas en lo que va de año. El único que podría lograr unas cifras interesantes sería el Chevrolet Spark. Este cuenta con una propuesta muy interesante, 136CV para sus apenas 3.5 metros de largo, que lo convierten en todo un GTI.
El problema es que el Spark eléctrico tiene una distribución muy limitada. Está disponible sólo en algunos estados, lo que impide que logre unas mínimas cifras de matriculaciones, 164 unidades en los dos primeros meses del año.
Por lo tanto, la política de GM es dejar a los productos competitivos fuera del tablero de juego, y gastar recursos en dos modelos, el Volt y el ELR, con claras limitaciones, y esperar a 2017 a ver que pasa.
El problema es que para esa fecha, la competencia será mucho mayor que la actual, y entonces ya no tendrán ninguna posibilidad de hacerse un hueco en un mercado dominado por modelos entre otros como el LEAF de segunda generación, o el Tesla Model E. Y todo por no querer apostar de verdad por una tecnología que ya tienen, pero en la que no creen.
Vía | Autobloggreen