Taxi y coche eléctrico es un matrimonio exitoso que no ha hecho más que comenzar su relación de amor. Dos sectores que se quieren y se necesitan. Uno por el ahorro que logra en uno de sus principales gastos mensuales, y el otro por la publicidad que cada taxi eléctrico en la carretera supone.
En Europa el Nissan LEAF es el taxi eléctrico más vendido. Se estima que ya ruedan 550 unidades, de las cuales 100 se han vendido sólo en lo que llevamos de 2015.[blocktext align=»left»]
La recarga rápida de taxis eléctricos en Barcelona [/blocktext]
Pero el crecimiento está siendo importante. Un ejemplo las 65 unidades adquiridas por una única empresa de taxi, la húngara Green Lite Taxi, que se ha convertido en la flota de LEAF más grande del continente. Además es una de las primeras 100% eléctricas, dejando atrás los motores diésel y otras alternativas.
El potencial es muy elevado. Cada taxi puede pasar de consumir unos 400 euros de gasóleo al mes, y cambiarlos por los menos de 100 euros de media que puede pagar un taxi. Mantenimiento aparte. A esto añadir una vida útil de los vehículos que en muchos casos está todavía por descubrir, ya que en Estonia la empresa de taxis Elektritakso tiene en su nómina un Nissan LEAF con 218.000 kilómetros y todavía con su pack de baterías original.
Está claro que la degradación de la batería le afectará antes o después. Pero a pesar de la misma podrá seguir cumpliendo con su trabajo, reduciendo su área de desplazamientos o aumentando las frecuencias de recarga. Pero podrá seguir rodando.
Ahora los taxistas tienen a su disposición una nueva alternativa en el sector del taxi eléctrico. La versión de 30 kWh del Nissan LEAF, que aumenta una oferta cada vez mayor, y mejor. Un sector cuyo impacto en el mundo del taxi está todavía por explotar, y que se producirá con la llegada de la segunda generación de baterías.
Vía | Dieselcar
