En Alemania una de las religiones es la automoción. Es la principal industria del país, y un orgullo para los alemanes. Esto supone que cualquier movimiento público en relación a esta industria debe cuidarse al detalle. Pero el Ministro de medio ambiente del estado de Renania del Norte-Westfalia se a saltado este mantra al comprarse un Tesla Model S para sus desplazamientos oficiales.
Esto ha levantado como era de esperar una enorme polémica en Alemania. No sólo por tratarse de un coche americano, sino también por los 110.000 euros que ha costado el mismo. Sin duda algo llamativo en cualquier país, pero todo un insulto a la poderosa industria automovilística en Alemania.
Preguntado por las razones para esta adquisición, el Sr Johannes Remmel no se ha ido por las ramas. Según sus palabras, durante la búsqueda de su nuevo coche oficial había una premisa, que fuese 100% eléctrico. Con esto ha preguntado a los fabricantes locales si tenían algún modelo que cumpliese con sus necesidades de movilidad. Y ninguno lo hacía.[blocktext align=»center»]
Tesla logra reducir el precio del Model S para entrar en el programa de ayudas a los coches eléctricos de Alemania [/blocktext]
Así que a la vista de que los fabricantes germanos no contaban con un producto competitivo, se lanzó a la compra (ni leasing ni renting, compra) de un Tesla Model S 90D. El modelo con más autonomía del fabricante de Palo Alto antes del prohibitivo P100D. Un modelo con 473 kilómetros de autonomía EPA. Algo a lo que se añade la extensa red de Supercargadores que dispone en la zona.
Toda una bofetada en la cara para unos fabricantes alemanes que se han visto retratados ante los medios nacionales e internacionales. Una industria que se mueve a la velocidad de una tortuga en el sector del coche eléctrico, y que hasta dentro de unos dos años no contarán con un producto mínimamente competitivo en este sector.
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