Toyota compartirá sus sistemas híbridos con otros fabricantes

Se trata de un movimiento muy importante para toda la industria. La apertura de Toyota a compartir con otros fabricantes no sólo algunos de los componentes de sus sistemas híbridos, también la posibilidad de hacerlo en su totalidad.

Desde Toyota se ha argumentado esta histórica decisión en una economía de escala para sus proveedores. Gracias a este cambio, los suministradores de Toyota, como Denso y Aisin, podrán vender sus desarrollo también a otras marcas.

De esta manera elementos como los motores eléctricos, inversores, baterías…todo el conjunto de un complejo sistema híbrido podrá ser adquirido por terceras marcas que sacarán provecho a la fuerte inversión del fabricante japonés y de sus suministradores. No hay que olvidar que el pasado año Toyota invertirá nada menos que 8.600 millones de euros en I+D. Una inversión que gracias a esta nueva estrategia, permitirá al fabricante nipón repartir este coste entre varias marcas.

Además de mejores costes, detrás de esta decisión están también los cada vez más exigentes niveles de emisiones en los diferentes estados. Unos límites que serán alcanzados de una forma más sencilla electrificando parte de las diferentes gamas. También existe una importante razón, la simplificación.

Según se camina hacía un sistema donde los motores eléctricos y las baterías ganarán protagonismo, la competitividad por la reducción de consumo y emisiones se irá reduciendo y cambiando hacía una competencia en el diseño del coche y otros elementos, como la conectividad. Algo que permite estandarizar el apartado mecánico entre los diferentes fabricantes.

Este movimiento podría arrastrar a otros grupos a compartir costes de cara a las próximas generaciones de coches híbridos y eléctricos. Unas inversiones en investigación que en estas primeras fases de desarrollo de la tecnología son elevados, y que como vemos, pueden ser repartidos entre varios para lograr mayor competitividad.

Un cambio de rumbo en Toyota, que sin duda permitirá a pequeñas marcas, como Mazda o Subaru, acelerar sus planes para incorporarse al mercado del coche eléctrico antes del final de la década. Una diversidad que beneficia al cliente, que tiene una oferta más variada, y esperamos que también más competitiva desde el punto de vista económico.

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Vía | Autonews