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El gobierno de Alemania abre los brazos para acoger la producción de baterías para coches eléctricos

El Ministro de industria y economía de Alemania, Peter Altmaier, ha confirmado esta semana el gran interés de su país en acoger la producción de baterías para coches eléctricos. Una de las industrias con más potencial de desarrollo que de momento ha centrado su centro de actividad en los países asiáticos.

Según el ministro alemán, su gobierno está preparando una serie de medidas que facilitará la instalación de empresas dedicadas a la producción de baterías. Entre las medidas que hay sobre la mesa está la posibilidad de eximir a las nuevas empresas que se instalen en Alemania para fabricar estos elementos, el poder eximirse del pago de algunos gravámenes energéticos. Algo que les permitirá ganar en competitividad y que se sumará a su cercanía con los principales centros de producción de vehículos de Europa.

De esta forma Alemania estaría dando un giro radical en su forma de ver un sector del coche eléctrico que hasta ahora era considerado como un enemigo para la poderosa industria nacional, y que puede convertirse en una oportunidad para mantener a esta como uno de los pilares del estado.

El mejor ejemplo de este cambio es que hasta ahora todo el apoyo que el gobierno germano había dado ha sido un modesto programa de ayudas a la compra de coches eléctricos, que suponía una ayuda de apenas 2.000 euros por parte de la administración, teniendo que poner los restantes 2.000 euros las marcas.

La cuestión es que la producción de baterías puede ser una oportunidad incluso más allá de su aplicación en el transporte. También jugarán un papel clave en la evolución de las energías renovables, al servir de soporte tanto en soluciones estacionarias, como residenciales. Y no sólo para Europa, sino para todo el mundo.

Opinión

Un cambio de mentalidad en el gobierno que esperamos tenga su influencia en unos fabricantes alemanes que han circulado con el freno de mano puesto en esta primera generación de coches eléctricos, y que todavía se marcan el lograr grandes volúmenes de ventas a medio y largo plazo.

Un ejemplo que además debe servir a otros gobiernos, como el nuestro, que pasa olímpicamente de apoyar una tecnología que de no cambiar la situación, sufrirá un cierre paulatino de fábricas en España. Unas marcas que buscarán otros emplazamientos más competitivos y acogedores de cara a las nuevas generaciones de vehículos.

Vía | Reuters

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