La verdad es que España está llena de gente preparada con grandes ideas y talento rebosante, el problema es que nuestro país no es un ejemplo de la incentivación de la I+D. Jose Piñol, uno de esos jóvenes, ha desarrollado con sus propios medios un pequeño patinete eléctrico que emula el sistema del Segway, con la diferencia de que este cuesta unos pocos cientos de euros y el original más de 6.000.
Este scooter es la culminación de un reto personal que me planteé hacia finales del 2008 y que por mi escaso tiempo libre no he podido dar por concluido hasta hoy. El reto era construir mi primer vehículo eléctrico y a la vez intentar emular el famoso Segway que siempre me había llamado la atención por su forma de funcionar.
Dadas mis limitaciónes como diseñador (debo tener la parte artística atrofiada) el resultado final no es digamos un ejemplo de estética y funcionalidad pero cumple con las espectativas que me había marcado y me doy por satisfecho con el resultado.
Esta es una pequeña descripción del proyecto tal y como ha quedado a día de hoy…
Estructura en aluminio. Dos plataformas de 42x42cm separadas entre si por 4 cilíndros de 12cm de alto y 2cm de diámetro, todo el conjunto está recubierto de una pieza en fibra de vidrio pintada en rojo. El manillar es en aluminio formado por un tubo de 30mm de diámetro. El manillar queda unido a la plataforma inferior por un rodamiento que le permite el movimiento de derecha a izquierda para establecer la dirección de giro del patín.
El sistema de tracción está formado por dos motores de 24v y 500w con una reductora incorporada. Estos motores accionan una rueda cada uno con un diámetro de 39cm.
La batería está formada por 20 pilas recargables tipo D de Ni-Mh y 12Ah (según el fabricante, ja!!) dispuestas en serie y formando un pack de 24v 12Ah. Se incluye un cargador para dicho pack de manera que el scooter es enchufable directamente a la red eléctrica de 220v.
El «cerebro» es un microcontrolador Atmel modelo Atmega128. Este obtiene las medidas de los diferentes sensores, alcelerómetro y giroscopio (con estos calcula la inclinación de la plataforma), encoders ópticos (sentido y velocidad del desplazamiento), potenciómetro instalado en el extremo inferior del manillar (dirección), sensores de fuerza bajo la plataforma (detecta cuando hay una persona subida) y estado de la batería (carga y consumo)
La lectura de los sensores se realiza 100 veces por segundo y con ellas se realizan los diferentes cálculos que dan como resultado el valor que debe aplicarse a cada motor en cada situación. Además de esto se «pinta» un display LCD, colocado en la parte superior del manillar, el cual muestra el estado de la batería, la velocidad en km/h, etc. por medio de unos pulsadores se accede a un sencillo menu que permite cambiar ciertos parámetros, como tipo de conducción (fácil, normal y avanzada), etc.
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