Ejercicio teórico: La compra de un eléctrico en el 2011

En pocos meses veremos la llegada de algunos de los principales protagonistas del inicio de la «revolución eléctrica» que paulatinamente irá cambiando los ruidosos motores de explosión por los impulsados por electricidad, pero la pregunta que nos asalta es ¿cual de ellos tendrá mejor aceptación? ¿El Nissan Leaf, el Citroen/Peugeot C-Zero/Ion, el Opel Ampera…? Nos ponemos en la piel de un comprador y vemos que opciones se abren en el mercado nacional a finales del próximo año.

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Pensemos que estamos a finales del 2011, disponemos de una oferta de coches eléctricos en nuestro país minimamente interesante y nos queremos comprar uno de ellos. Primero nos ceñimos al presupuesto por lo que si somos de la gran mayoría deberemos renunciar al Tesla Roadster que tanto nos hace soñar desde su tienda en Madrid. Pero los más de 100.00 euros que amablemente nos piden son inalcanzables, el Tesla S sigue siendo un prototipo y el Fisker Karma solamente está disponible en determinados mercados, no el español, de igual forma que el interesante Coda.

Por lo tanto nos centraremos en los que si podemos alcanzar, aunque con mucho esfuerzo. Tenemos el Nissan Leaf, un coche con una presentación y una terminación de primera que dispone de un precio nada asequible de 30.000 euros y nos proporciona una autonomía máxima de 160 kilómetros con cada carga. El problema es que donde vivimos apenas hay puntos de recarga y su uso tendrá que limitarse a recorridos muy limitados, pero bueno, a grandes problemas grandes remedios por lo que cuando necesite un coche para largos recorridos siempre tengo la posibilidad de cambiárselo a algún familiar o en el último caso alquilar uno.

Pero son «cinco millones» de las antiguas pesetas en un coche para la ciudad, eso si, me olvidaré para siempre de los talleres mecánicos, una idea muy tentadora tras muchos años de cambiar «juntas de trócolas» y averías en el «condensador de fluzo» que me cuestan un ojo de la cara cada vez.

Otra opción son los «»descendientes» del Mitsubishi Miev, que en nuestro mercado saldrán bajo las marcas del grupo francés PSA, el Citroen C-Zero y el Peugeout Ion que a falta de diferencia entre ellos la distancia al concesionario más cercano marcará la elección entre uno y otro. Con respecto a su posición frente a la competencia decir que a pesar de su menor tamaño, menos de 4 metros, y menores prestaciones, 130km de autonomía e igual cifra de velocidad punta, tendrá a su favor precisamente su compacto diseño que nos facilitará la circulación en su hábitat más habitual, la ciudad ¿para que quiero un coche de cinco metros si no saldré del casco urbano mas que en contadas ocasiones? Pues ese será el punto fuerte de uno de los modelos que menos posibilidades tendrá si no mejora en el aspecto monetario ya que le han colgado un precio nada «compacto» de 28.000 euros, esperemos se confirmen los rumores y este baje de la barrera de los 25.000 euros antes de final de año.

Pero para la ciudad que mejor que un Smart eléctrico, el problema es que es alemán y como buen teutón llegará con mucha fuerza, calidad, tecnología…pero tarde y no lo veremos hasta dentro de uno o dos años, curiosamente la misma fecha que hace uno o dos años. Tampoco tenemos noticias de su compañero Audi A1, del que llevamos viendo más de un año su carrocería por los diferentes salones pero que tendremos que esperar dos años para verlo salir a la calle, debe ser un poco tímido.

Otra opción totalmente diferente es el Opel Ampera, un vehículo que no se puede catalogar de coche eléctrico, ni de híbrido…pero es las dos cosas al mismo tiempo ¿como denominarlo? ¿eléctrico con extensor de autonomía? ¿híbrido enchufable?…bueno, sea como sea el Ampera parte de una idea sencilla y al mismo tiempo ingeniosa ya que básicamente dispone de un potente motor eléctrico que impulsa de forma continua el vehículo, puede recorrer hasta 64 kilómetros en modo eléctrico y cuando la carga de las baterías llegan a su fin entra en acción el motor de explosión que me permite seguir circulando hasta que encuentre un enchufe o se termine el depósito de gasolina, por lo tanto nunca me quedaré tirado.

Pero claro, mi intención es dar un cambio y con el Ampera lo estaré haciendo a medias ya que a pesar de que los 64 kilómetros en modo eléctrico son suficientes para mi transcurrir diario tengo la impresión de estar gastando una gran cantidad de dinero, unos 35.000 euros, en un coche que con el que seguiré esclavo de los talleres ya que este modelo deberá pasar las mismas revisiones que mi actual gasolina, algo a lo que podré renunciar con un coche totalmente eléctrico del que solamente me tendré que preocupar en recargarlo cada dos o tres días.

Además para mi el gran problema del Ampera, además del coste, es que por culpa del «enorme» pack de baterías solamente cuenta con cuatro plazas, algo casi imperdonable en un compacto y que sin duda le hará perder muchos potenciales clientes, es más grande que los Ion y C-Zero…pero tiene una plaza menos.

La solución podría llegar desde el lejano oriente, más en concreto de China, donde sus desarrolladores han apostado de forma decidida por la movilidad eléctrica y desde donde hemos visto llegar, después de unos dos mil retrasos, a los modelos de BYD con sus prometidos 300 kilómetros de autonomía y sus (predicción sin fundamento) 30.000 euros, el mismo precio que el Nissan Leaf pero casi el doble de autonomía.

Pero no solamente tenemos el E6, también podemos optar por la misma cantidad económica por el F3DM que sigue el modelo creado por el Ampera pero mejorando la autonomía casi en un 40% llegando a 100km con cada carga. Tal vez sea la mejor opción al carecer de puntos de recarga y sobre todo si necesito un único coche, sin duda una opción muy a tener en cuenta de no ser por los pobres materiales y pequeño maletero a los que no estoy acostumbrado, pero no es un escollo insalvable.

También me tienta el Tata Indica, que a falta de que se revele el misterio del Tata Nano eléctrico, nada se sabe de el, se torna en una buena elección gracias a aceptable relación calidad/precio/prestaciones, ya que cuesta 25.000 euros y alcanza los 200km de autonomía, lo único que me desanima es de igual forma que los BYD, la pobre calidad de materiales para un coche de este precio, pero bueno, parece que no se puede tener de todo.

También estamos inquietos por las novedades que llegan desde uno de los primeros fabricantes en llegar, el noruego Think, que hasta el momento ha vendido su pequeño City por un precio de 30.000 euros gracias a ser una de las poquísimas opciones en el mercado y que ahora se ve desbordado por la competencia y deberá reaccionar con una drástica bajada de precio si no quiere quedarse de nuevo en un recuerdo y arrinconado en pequeñas flotas privadas lejos del gran público.

Se que me dejo muchos modelos en el tintero, Prius enchufable, los modelos de Renault, las conversiones homologadas, los cuadriciclos como el Tazzari y el Reva… pero se trata de un sencillo ejercicio teórico para los muchos que os estáis desesperando ante la lentitud de la llegada de los eléctricos, los cuales la mayor parte ya tienen fecha y solamente deberemos preparar nuestras mentes (y bolsillos) al enorme cambio que este tipo de vehículos supondrá a nuestra filosofía de conducción.

Se acabó el «aquí te pillo, aquí te repuesto» de repostar cada semana para recorrer 700 kilómetros y acordarse de volver a la gasolinera en el último momento, deberemos ser un poco más previsores y planificar parte de los recorridos, pero todo esto no vale de nada si no se realiza una drástica inversión en puntos de recarga para poblar las ciudades de estos más que fundamentales elementos…pero esa es otra historia.