Pocas veces dos elementos tan diferentes han estado tan unidos y es que el fabricante germano asegura que debido al elevado peso de las baterías de su futura familia de coches eléctrico «i», la fibra de carbono se mostrará como un elemento fundamental para compensar el lastre que estas suponen.
«Una estructura de fibra de carbono es entre un 50 y un 60% más ligera que una convencional, a lo que hay que unir que las baterías son pesadas, entonces tendrás la oportunidad de montar un pack de baterías más pequeño, con el consiguiente ahorro que ello supone. Cambiará la forma de hacer y vender coches«
Son las palabras de Ian Robertson, jefe de marketing y ventas de BMW, que ponen sobre la mesa una posibilidad real que marcará las lineas de trabajo de todos los fabricantes los próximos años, donde la reducción de pesos de las baterías será una obsesión que necesitará tiempo, lo que urge otras soluciones, como la reducción de peso del propio vehículo con el uso de materiales como la fibra de carbono.
En cuanto a las fechas de lanzamiento, BMW está realizando grandes inversiones destinadas a desarrollar la mayor parte de la tecnología usada por sus eléctricos en sus propias instalaciones, por lo que para poder ver el primer BMW en el mercado tendremos que esperar como mínimo hasta el 2013.
Fuente:
Autocar
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