No parece aún que esté todo perdido para el fabricante de baterías de litio A123 Systems. Tras declararse en bancarrota hace un par de semanas y proponerse la venta del negocio automovilístico de la compañía a Johnson Controls, la firma está moviendo sus últimas bazas intentando salir de la mala situación en la que ha acabado metida.
Recordemos que declararse en bancarrota lo que hace es iniciar un complejo proceso legal pero que no es irreversible. Hay compañías que resurgen de la bancarrota, casi siempre fuertemente reestructuradas. Y al parecer ha debido haber bastantes bailes por los juzgados y los despachos de muchos abogados estas últimas semanas buscando una solución al problema de A123.
Finalmente la solución al problema de A123 podría venir de la china Wanxiang Corporation, que como ya os contamos en su día se había ofrecido a aportar 465 millones de dólares a cambio del 80% de la empresa. No obstante al final hubo algún desacuerdo y el trato no se llevó acabo. O puede que en plena campaña por la presidencia a nadie le pareciera bien que una compañía financiada por los impuestos de los norteamericanos pasara a manos chinas, por ser un poco malpensado.
Ahora parece que las diferencias ya se han limado y deben buscar en el juzgado de bancarrotas la aprobación para el préstamo de la corporación china. La empresa ha rechazado el préstamo inicial pactado con Johnson Controls para que la Wanxiang Corporation pueda proceder. Johnson Controls mantiene su oferta de 125 millones. El principal escollo ahora es obtener las aprobaciones del Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos y del gobierno de China. Queda la duda de si Johnson Controls al final se sumara a la puja.
Curiosamente una de las partes que se ha presentado ante el juez pidiendo que no se falle precipitadamente en la venta de A123 a Johnson Controls ha sido precisamente Fisker. El fabricante del Karma es actualmente el responsable del 26% de las ventas de A123 y al parecer uno de los principales interesados en la continuidad de la empresa. No obstante también merece la pena recordar que fue precisamente un fallo de las celdas de A123 en los paquetes de baterías de los Karma y su consecuente llamada a revisión lo que ocasiono a A123 Systems pérdidas de muchos millones de dólares, una de las causas que precipitaron su caída.
De cualquier manera parece positivo que dentro de todo lo malo que le está pasando a A123 mucha gente se esta tomando muchas molestias por su futuro y por su tecnología, de cuya calidad casi nadie tiene dudas. Nos mantendremos atentos a la evolución del asunto.
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Fuente | Greencar
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