Finalmente A123 pasa a las manos de Wianxiang

Se ha tratado de uno de los culebrones de este año, la bancarrota y venta de una de las empresas estratégicas para el gobierno de los Estados Unidos, y que ahora después de un desesperado intento por ser vendida a un grupo norteamericano, ha pasado en su 100% a manos chinas.

De esa forma el grupo Wianxiang se hace con A123, uno de los caramelos del sector de las baterías, a cambio de 260 millones de dólares, menos de la mitad de lo ofrecido en un primer intento por hacerse con el control de la compañía, y una oferta rechazada por los directivos de A123 que buscaban una oferta mejor y que como decimos, habían rechazado la oferta china de 460 millones de dólares.

La batería del Chevrolet Volt, fabricada por A123

Ahora A123 pasa a manos chinas, que deberá reflotar una empresa que a pesar de contar con un gran potencial tecnológico, no ha logrado soportar el pequeño volumen que tiene el sector de los coches eléctricos en estos momentos, y que se ha visto sacudida por varios errores en la fabricación de las baterías de su principal cliente, Fisker, que ha provocado la sustitución de las baterías de estos en dos ocasiones.

Veremos ahora la dirección que Wianxiang le da a A123, y si se la lleva a China, o se queda en territorio norteamericano, una decisión que tiene tanto a Fisker como a General Motors, que ha instalado las baterías de este tanto en el Volt como en el próximo Spark EV, y que podrían verse obligados a cambiar su estrategia en cuanto a las baterías para sus coches eléctricos por miedo a que los chinos se hagan con secretos de sus modelos.

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Fuente | Insideev