Comparativa de gasto a largo plazo, eléctrico contra gasolina durante 50 años

Peder Norby es un norteamericano promotor de los vehículos eléctricos, forma parte del programa de BMW para el que ha adquirido en formato de leasing tanto una unidad del Mini E, que ahora ha sido sustituida por el BMW ActiveE. Además del coche, también ha instalado un sistema fotovoltáico en el tejado de su casa para recargar las baterías del mismo, cerrando el círculo del auto suministro. Pero además ha realizado un interesante gráfico donde, con los precios y gastos actuales, ha estimado el gasto de combustible durante 50 años usando coches eléctricos y usando coches con motor de combustión, con un resultado realmente chocante.

Por supuesto no se trata de un estudio científico, ya que durante los 50 años que comprende esta proyección, ni el precio de los carburantes serán los mismos, ni los consumos de los coches permanecerán inalterados, pero ha querido hacer un ejemplo del coste durante cinco décadas con los costes actuales.

Según Norby, tomando como ejemplo un coche con un motor de combustión y un consumo de  11,76 litros cada 100 kilómetros, algo elevado para la media europea, conduciendo una media de 19.200 kilómetros al año y con el precio del carburante en 0.7 euros el litro (3,5 dólares por galón) supondrá que después de 50 años habremos quemado unos 113.500 litros de combustible, al que le ha aplicado una subida de 3,5% anual, un incremento muy optimista si lo comparamos con nuestra subida del 18% el último año.

En total, después de 50 años Peder Norby estima que habrá gastado en su coche gasolina unos módicos 200.000 euros, recordamos solamente en combustible, sin contar los vehículos y sus mantenimientos mecánicos.

Por su parte el eléctrico supondrá la inversión de un sistema solar como el que ha montado Peder en su tejado, que con 2 kW y una producción estimada de 3.200 kWh al año, suficientes para cubrir esos 19.200 kilómetros anuales, supondrá una inversión de unos 6.000 euros. Durante 50 años el único mantenimiento que ha estimado es la sustitución dos veces del inversor, que supondrá un coste de 3.000 euros.

Al final de los 50 años, movernos con el coche eléctrico nos habrá costado en total 9.000 euros, repetimos, sin contar la adquisición de los vehículos y el mantenimiento, que en este caso es casi testimonial.

Por supuesto debemos recordar que son cálculos tomados según las mediciones norteamericanas, donde tienen un coste de los carburantes mucho menores que en Europa y una media de gasto en combustible mucho mayor, pero no deja de ser un ejemplo de que incluso sin realizar unos estudios de gran profundidad, los coches eléctricos son una gran inversión a largo plazo, incluso con sus actuales limitaciones.

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Fuente:
Autobloggreen ;