A123 recibe un respiro, y un susto

Están siendo uno meses movidos para el fabricante de baterías de litio A123, ya que a los problemas de la batería del Chevrolet Volt, con un incendio incluido, ha tenido que sumar los arrastrados por el Fisker Karma, que ha tenido que ser llamado dos veces a revisión por un fallo en la batería.

Ahora un nuevo problema vuelve los focos de atención sobre la compañía norteamericana, por un incidente sucedido en uno de los laboratorios de General Motors, donde unos técnicos han sufrido heridas después de que una de las baterías que estaban probando explosionase, unas baterías fabricadas por A123.

No es de extrañar que con este panorama, las acciones de A123 se hayan desplomado un 40% este año, firmando un cuatrimestre récord en pérdidas que han puesto en peligro el futuro de esta importante y estratégica empresa.

Pero no todo son malas noticias y esta misma semana se ha confirmado que el Departamento de Energía de los Estados Unidos, ha prolongado el periodo por el cual A123 puede hacer uso de los préstamos concedidos para la investigación y desarrollo de baterías para coches eléctricos, por lo que ahora tendrá hasta 2014 para invertir los 249 millones de dólares concedidos por la administración de Obama.

Ahora A123 deberá cruzar los dedos y esperar que nada más se tuerza, y que tanto las ventas de sus principales clientes, General Motors y Fisker, se incrementen, mientras se ponen en marcha otros acuerdos, como por ejemplo el firmado para suministrar baterías a BMW.

Artículos relacionados:
Baterías de grafeno, la promesa de recargas mucho más rápidas
Los problemas de Fisker, podrían arrastrar a A123