En 10 años el ayuntamiento de Vila-Real tendrá sólo vehículos eléctricos

El consistorio de la localidad castellonense de Vila-real ha anunciado un ambicioso plan para ir sustituyendo los vehículos que forman parte de su flota municipal por modelos eléctricos, una hoja de ruta que en 10 años supondrá que todos los vehículos de servicio serán eléctricos.

Se trata de un plan destinado a sustituir 20 vehículos para lograr reducir la factura en combustible del ayuntamiento, además de rebajar las emisiones contaminantes de la flota municipal mientras promocionan la movilidad sostenible entre la población, un plan que permitirá lograr un ahorro de unos 20.000 euros al año solamente en combustible, al que tendríamos que sumar el mantenimiento mecánico.

El primer paso de este programa se dará este mismo año con la adquisición de dos modelos totalmente eléctricos que serán completados con la adquisición de un sistema solar que servirá de apoyo a la recarga de estos y que será instalada unto a las oficinas del GD’OS.

Enmarcado en el binomio gestión y ahorro que constituye el eje de actuación del departamento de Servicios Públicos, vamos a poner en marcha este plan de sustitución de coches por varias razones: económicas, porque nos va a permitir ahorrar 1.000 euros al año por cada coche que sustituyamos, pero también ambiental, ya que los vehículos eléctricos evitarán las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y minimizan también la contaminación ambiental», argumenta el concejal del área, Francisco Valverde. De hecho, se estima que cada vehículo convencional del GD’OS emite aproximadamente una tonelada de CO2 al año.

«El coche eléctrico puro es ideal para el uso que se hace de los vehículos en el departamento de Servicios Públicos, ya que cuentan con una autonomía de unos 100 kilómetros y en el GD’OS los recorridos diarios son de unos 35 kilómetros por coche«, detalla Valverde. Para la recarga de las baterías, el proyecto contempla también la instalación de una placa solar con una producción de en torno a 10.800 kWh anuales, con un coste de 14.000 euros que estará amortizado en un plazo de 10 años. A partir de ese plazo, las placas, que inyectarán energía a la red eléctrica cuando no se estén cargando los coches, generarán beneficios para el Ayuntamiento.

El proyecto que el ayuntamiento se ha planteado es el de ir sustituyendo cada uno dos vehículos eléctricos por coches eléctricos, con lo cual en el primer año esperan ahorrar 2.000 euros; el segundo año, 4.000 euros y así hasta que dentro de 10 años se haya podido sustituir toda la flota y ahorrar 20.000 euros anuales en consumo de combustible. Para este año se ha previsto ya la adquisición, en breve, de dos vehículos, cuyo precio oscila entre los 14.000 y los 24.000 euros en función de la gama, además de las placas solares para las cargas.

En definitiva se trata de un programa muy ambicioso que debería ser copiado por otros consistorios que a largo plazo permitirá un ahorro en combustible realmente importante.

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Fuente | Ayuntamiento de Vila-real