Un afortunado redactor de la revista Wired se ha embarcado en la apasionante aventura de moverse casi en exclusiva a los mandos de una moto eléctrica durante los próximos seis meses de su vida, una experiencia que le permitirá conocer el potencial y las limitaciones de una tecnología que poco a poco lo abarca todo.
El modelo seleccionado ha sido la espectacular Zero DS 2013, la última versión de la moto diseñada en Santa Cruz que con sus 11.4 kWh de batería ofrece una autonomía media de 163 kilómetros con cada carga, un modelo que tendrá que enfrentarse a la vida diaria de este redactor los próximos seis meses y un tiempo donde tendrá que utilizar la moto para sus desplazamientos diarios, ya sea durante el verano o el invierno.
Esta prueba pretende poner sobre la mesa el potencial de este tipo de vehículos que se han convertido en la puerta de acceso a la movilidad eléctrica para miles de personas, una alternativa de movilidad con mucho éxito en Asia y que ahora paulatinamente extiende sus tentáculos en occidente. Su propuesta se basa en una mayor sencillez general respecto a los coches eléctricos, y de esa manera una moto no acarrea los grandes costes de los elementos necesarios para mover un turismo, algo que permite unos precios más competitivos.
Por supuesto hay motos para todos los bolsillos y la Zero DS 2013 se sitúa en lo más alto de la escala evolutiva ya que nos propone una moto capaz de competir contra las versiones equivalentes gasolina, sobre todo a nivel de prestaciones, con un motor de 40 kW (54 CV) con una velocidad máxima de 153 km/h y un tremendo par motor de 92 Nm que nos permiten disfrutar de una importante y al mismo tiempo silenciosa aceleración.
Además gracias al menor tamaño de las baterías los tiempos de recarga también se ven rebajados, y de esa manera la Zero DS puede acceder a recargas rápidas que en apenas 1 hora habrá recuperado el total de la capacidad, una cifra que se va hasta las 4.5 horas hasta el 95% de carga si utilizamos un enchufe convencional de 230V y un cargador opcional.
Pero la idea de esta prueba no es saber si la moto eléctrica es más o menos rentable que la gasolina, si no descubrir si una persona puede vivir su rutina diaria con una moto de estas características, algo que durante los próximos seis meses Damon Lavrinc de Wired tendrá la posibilidad de descubrir.
Vía | Wired