Es inevitable, cada vez que un coche eléctrico aparece en una conversación, la autonomía es la palabra más usada. Está claro que esta primera generación de coches eléctricos tienen sus limitaciones, pero esta la impone más la infraestructura de recarga que la propia tecnología de las baterías.
Para demostrarlo, un particular alemán se ha propuesto mostrar la autonomía del Renault ZOE. Para ello nada mejor que recorrer una gran distancia, concretamente los 1.054 kilómetros que separan las localidades alemanas de Flensburg y Füssen, todo utilizando la red de puntos de recarga pública.
La mayor parte de las recargas las ha realizado en puntos de hasta 22 kW de potencia. Unas tomas que en apenas 30-40 minutuos recargan la mayor parte de la capacidad de la batería y le permiten continuar con su camino. Como es normal, no han faltado los imprevistos, y a pesar de planificar el recorrido, esto no ha evitado algún que otro problema.
Por ejemplo, algo habitual, encontrarse un punto de recarga que no funciona. Algo que le ha obligado a poner en marcha un plan B y buscar la ayuda de un particular con un punto de recarga en su vivienda. Esto le ha sucedido en la localidad de Fulda, y nos recuerda la urgente necesidad de que Renault ponga a la venta ya el sistema de recarga para enchufes convencionales.
El otro imprevisto ha sucedido en Memmingen, donde una fiesta local ha bloqueado la estación de carga disponible. A pesar de esto, finalmente ha logrado alcanzar su destino en menos de 24 horas. Un total de 1.054 kilómetros que han sido posibles gracias a a buena infraestructura disponible en Alemania, y que sería casi imposible en nuestro país.
Esto nos devuelve al principio, el problema no es autonomía del Renault ZOE, el problema es la falta de infraestructuras de recarga. Ya que incluso con una mínima presencia de las mismas, es posible recorrer buenas distancias con un coche eléctrico. Lo mejor de todo es que el consumo total de este viaje ha sido de 150 kWh, lo que según las tarifas alemanas habría supuesto un coste de apenas 37.50 euros, el equivalente a unos 12 litros de gasolina en Alemania. Una cantidad que apenas le darían para unos 150 kilómetros en un coche con motor de combustión.
Vía | Elektronikpraxis (alemán)
