El desembarco del Volvo V60 híbrido enchufable ha sido todo un éxito, más de lo que el propio fabricante esperaba. Las ventas en mercados como Holanda, Bélgica e incluso Italia han desbordado las previsiones y han obligado a una revisión de la línea de producción en la planta sueca de Torslanda.
De esta forma las unidades que cada semana salen de esta planta pasarán de las 150 a las 282. Un incremento de casi el 90% que nos indican la fortaleza de este tipo de vehículos, sobre todo en el centro y norte de Europa y que llevará la producción de 2013 hasta las 7.600 unidades, una cifra que choca con las 10.000 unidades que estaba previsto entregar el próximo año.
Pero a pesar de esta demanda, el V60 enchufable tiene los días contados ya que según ha confirmado el propio presidente de Volvo, al finalizar 2014 se dará también por terminado este proyecto.
La pregunta entonces el por donde tirará Volvo después. La respuesta nos la el jefe de planificación, Lex Kerssemakers. Según este, la idea es ofrecer un modelo como el Volvo XC90 con un sistema híbrido enchufable, pero sustituyendo el motor diésel por un motor gasolina. Esta decisión según el Sr Kerssemakers se debe a que la gasolina es un combustible más extendido a nivel global, que es el objetivo de este modelo.
El objetivo es lograr que el todocamino consiga alcanzar un nivel de consumo cercano a los 2 litros cada 100 kilómetros, y los 50 gramos de CO2 por kilómetro, unas marcas ambiciosas para un modelo de este tamaño.
El motor será un cuatro cilindros turbo de 220 kw de potencia, que junto con el motor eléctrico proporcionará una potencia por encima de los 300 caballos y los 600 Nm. Una combinación que pretende equilibrar potencia y eficiencia, al mismo tiempo que reduce los costes al ofrecer la misma motorización para todos los mercados.
Puede entenderse la decisión de cambiar su motorización diésel por una gasolina si tenemos en cuenta el mercado norteamericano. Pero habrá que ver la diferencia en cuanto a consumo medio para analizar esta decisión. Pero lo que no tiene sentido es parar la producción de un modelo como el V60 enchufable, que en mercados como el holandés ya supone 1 de cada 5 V6 que se venden.
Vía | Drive