La recarga de coches eléctricos mediante cables tiene los días contados. Los sistemas de recarga inalámbrica están avanzando de forma inaparable, y en pocos años se convertirán en un estandar popular entre usuarios y constructores.
Uno de los últimos en incorporarse es Toyota, que ha quedado impresionada con el sistema de la norteamericana WiTriciTy, con la que ha llegado a un acuerdo para incorporar este sistema en sus futuros modelos enchufables. Se trata de un movimiento con un fuerte componente mediático que hace que el mundo centre sus miradas en una tecnología con mucho potencial.
Uno de los primeros modelos que podrían llevar este sistema es el nuevo Toyota Prius enchufable. Sin fecha de llegada, se especula que 2015, el nuevo Prius podrá decir adiós al cable para sus recargas. Una idea bastante idealista que choca con una realidad, la falta de infraestructuras de recarga con este sistema.
Si ya es difícil encontrar un punto de recarga convencional, que sea un inalámbrico ya parece ciencia ficción. Por lo tanto, este tipo de iniciativas pasarán algo desapercibidas en la siguiente generación de eléctricos, y se convertirá en un accesorio muy llamativo, pero poco demandado.
Pero será en la siguiente generación cuando esta tecnología alcance un nivel económico lo suficientemente interesante para que su despliegue alcance unas mínimas cifras. Su potencial es elevado sobre todo a nivel de recarga pública. Una fórmula para reducir los riesgos de vandalismo, y que reducirá los costes del mantenimiento de estas infraestructuras en zonas públicas.
A nivel particular, algún día también sustituirán al cable, pero para eso puede necesitar algún tiempo extra, sobre todo por la desconfianza del consumidor a tener un campo magnético en sus viviendas durante tantas horas al día.
Fuente | WiTricity
