La autonomía en invierno, Mitsubishi i-Miev en Estonia

Estonia es uno de los estados que más fuerte ha apostado por los coches eléctricos como una solución de movilidad a nivel público y privado, un país donde las ayudas del gobierno son las más altas de toda Europa, donde la subvención para la compra de un coche eléctrico puede llegar a los 18.000 euros y donde por ejemplo el Mitsubishi i-Miev puede adquirirse por apenas 14.750 euros.

 De forma complementaria el gobierno también ha afrontado un despliegue de puntos de recarga rápidos por todo el país con el objetivo de que los conductores de este tipo de coches dispongan de una de estas estaciones cada 50 kilómetros y de los cuales ya hay en funcionamiento 163. El resultado es una fuerte implantación de los coches eléctricos y un verdadero campo de pruebas donde podemos obtener muchos e interesantes resultados de conducción real, sobre todo en un tema muy de actualidad, la autonomía en invierno.

Todos los coches tienen una perdida en esta época, tanto eléctricos, híbridos y modelos de motor de combustión, una cuestión que afecta de forma muy especial a los coches eléctricos que ya en condiciones idóneas no cuentan con demasiado alcance, y una realidad que se recrudece con la llegada del invierno.

Es lo que están sufriendo los propietarios de los cientos de Mitsubishi i-Miev que están circulando por las calles de la república báltica de Estonia, donde en lugares como su capital, Tallín, apenas logran superar los cero grados como temperatura máxima, llegando a los 10 bajo cero, una dura prueba para los coches eléctricos, sobre todo el pequeño japonés que en condiciones idóneos apenas logra alcanzar los 150 kilómetros con una carga.

En el caso de los vehículos del gobierno local, utilizados para el transporte de los trabajadores de las empresas y organismos públicos, están logrando una autonomía máxima de 60 kilómetros con cada carga, una cifra que como hemos dicho se aleja mucho de la obtenida en buenas condiciones meteorológicas y mucho más de lo declarado por el fabricante. Pero ese no es el único problema que el frío extremo está afectando al pequeño japonés, y es que según relatan algunos usuarios de vez en cuando la batería se descarga por completo sin ninguna razón, o una vez conectado a un punto de recarga no permite comenzar la operación.

Uno de los usuarios relata que ha dejado el i- Miev un viernes con la batería completamente cargada y el coche aparcado a la intemperie, y al llegar el lunes al trabajo se ha encontrado la batería totalmente vacía, y sin posibilidad de poder recargarla, lo que ha supuesto el envío del coche al servicio técnico.

Ante estos problemas, la empresa responsable del mantenimiento de los vehículos ha instalado un sistema que les permite controlar a distancia el comportamiento de los vehículos, para conocer de primera mano lo sucedido y saber si la caída de autonomía se debe a las bajas temperaturas, una conducción poco eficiente o algún problema mecánico, aunque debería ser el propio fabricante el que respondiese a esas preguntas.

Lo que si tienen claro los responsables del proyecto es que en el día a día los modelos eléctricos han demostrado no diferir de los vehículos con motor de combustión, y una vez superados los problema psicológicos con la autonomía, permiten disfrutar de unos costes de mantenimiento y operativos mucho más económicos.

Para los que no se crean lo de las ayudas….

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Fuente | Uudised