Todavía no sabemos si el BMW X5 eDrive llegará al mercado tal como lo conocemos, pero el fabricante alemán continúa con su desarrollo bien para convertirse en un modelo comercial, o como un laboratorio sobre ruedas donde probar nuevas soluciones.
La propuesta es sencilla. Un todocamino que ha logrado un importante éxito a ambos lados del Atlántico, al que han añadido un sistema híbrido enchufable que dispara su eficiencia. El problema para el X5 eDrive, es que su configuración parece anticuada incluso antes de llegar al mercado, ya que se trata de una plataforma adaptada para alojar un sistema enchufable, con los habituales problemas que eso conlleva.
Una de las principales características del X5 eDrive es que contará con una nueva generación de motores gasolina. Un generador de 4 cilindros y 2.000cc, que permitirá reducir el consumo y emisiones de este modelo. Para ayudar a mover las más de dos toneladas que pesa este, montará un motor eléctrico que estará alojado dentro de la caja de cambios.
De esta forma mientras que el motor gasolina tirará desde el eje delantero, el eléctrico lo hará desde el trasero. La energía para alimentar este motor procederá de un pack de litio de unos 8 kWh, que estarán instaladas en la parte trasera. Y aquí es donde residirá uno de los principales inconvenientes de este desarrollo, y es que al no contar con espacio en los bajos para alojar estas baterías, su instalación es casi inevitable que se coman parte del espacio de carga.
Y es que el maletero del X5 ya no es por si gigantesco. Con 125 litros metros que por ejemplo el Audi Q7, si este se ve alterado por las baterías, perjudicará gravemente el conjunto.
El resultado será uno de los todocaminos más eficientes del mercado, unos 3.8 litros cada 100 kilómetros y 30 kilómetros de autonomía en modo eléctrico, pero que sacrificará parte de su espacio de carga. Una combinación que veremos si no desanima a los directivos de BMW para convertir este prototipo en un modelo comercial, y limitar su uso a unidad de pruebas.
Vía | Tecmovia
