Alemania da pasos para mejorar el atractivo del coche eléctrico. Reducción de impuestos, circulación por carriles bus…
3 min. lectura
Publicado: 03/12/2014 19:43
Ayer la canciller alemana Angela Merkel ha realizado unas declaraciones a la prensa en un evento en Berlín, en los que admite la necesidad de poner en marcha programas de incentivos para aumentar las ventas de coches eléctricos en su mercado.
Según Merkel, el objetivo de alcanzar 1 millón de coches eléctricos para 2020 parece inalcanzable, algo que tendrá su impacto en las metas de reducción de las emisiones contaminantes. Para solucionarlo, ve finalmente necesario poner en marcha una serie de programas de ayudas, empezando por una reducción de impuestos a las empresas que compren coches eléctricos para sus flotas.
En esta línea también ha hablado Matthias Wissmann, presidente del influyente lobby automovilístico alemán, cuyos miembros contarán a finales de este año con nada menos que 17 modelos eléctricos diferentes, a los que se sumarán otros 12 el próximo año. Un desembarco que temen ahora sufra una débil demanda interna.
Hasta el momento los movimiento del gobierno alemán han sido muy tímidos. El pasado septiembre han puesto en marcha una serie de medidas, como facilidades de aparcamiento en zonas urbanas, o la posibilidad de moverse por los carriles bus. Pero para los promotores del vehículo eléctrico, son medidas muy débiles, que necesitan acompañarse por un programa de estímulos fiscales, y también por seguir aumentando una red de puntos de recarga que cuenta con 4.800 estaciones en funcionamiento. La mitad por ejemplo que Francia.
Para Stefan Bratzel, director del Centro de Gestión de Automoción de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Bergisch Gladbach, Alemania necesita una red de puntos de recarga rápida, que esté acompañada por una legislación que obligue a los fabricantes a establecer normas para los formatos de estos puntos.
Lo que está claro es que el coche eléctrico necesita que Alemania se involucre de una forma más directa en su mercado. Se trata del primer mercado del automóvil en Europa, donde se dan circunstancias como un fuerte poder adquisitivo, una conciencia medioambiental, y una gran tradición de compra de coches. Ingredientes para que los fabricantes puedan dar un paso adelante a nivel de ventas.
Vía | Detroitnews