Los taxistas españoles ya no quieren al Toyota Prius
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Publicado: 02/06/2014 12:51
El Toyota Prius ha sido toda una revolución dentro del taxi en nuestro país. Se ha convertido en los últimos años en el más y sólo en 2011 ha alcanzado una cuota de mercado del 34% con 2.349 unidades vendidas. Una cuota que a supuesto doblar los números del año anterior y que le han convertido en el preferido del sector.
Pero algo ha cambiado, y el híbrido de Toyota ha caído en desgracia dentro de este sector. Las razones son varias. La primera son los problemas que Toyota pone para que los modelos en garantía sean convertidos para poder usar GLP. Un combustible un 40% más económico que la gasolina, pero que también se enfrenta a algunos problemas.
Hasta ahora Toyota hacía la vista gorda, y atendía a los coches modificados. Pero el pasado año todas las alarmas saltaron al explotar un Prius que circulaba por las calles de Barcelona. Este Prius había sido modificado por su propietario para usar GLP. El impacto mediático fue importante, y una de las consecuencias ha sido el envío de Toyota de una carta a sus propietarios indicando que la garantía no cubriría a aquellos vehículos modificados.
A partir de ahí, el sector de taxi da la espalda al Toyota Prius. Las ventas del híbrido japonés han ido bajando de forma progresiva. Ha pasado de ser el favorito de este extensor sector, a pasar a un segundo plano.
Las razones son variadas. Además del problema de no poder convertirlo a autogas, sin perder la garantía, está la irrupción de competencia más económica. De forma especial el Dacia Lodgy, homologado para taxi recientemente, está siendo uno de los que más provecho están sacando del cambio de los profesionales.
“Por un Prius te compras tres Dacias” Esa es la frase más repetida por los taxistas, que están dando la espalda a un coche que se ha quedado anclado en otra era, y que supone el ejemplo de que ser el rey no es suficiente para ser el más vendido. No sólo el taxi da la espalda al Toyota Prius, si no que en general, las matriculaciones en nuestro país han bajado un 25% en nuestro mercado el último año.
Otro ejemplo de que el inmovilismo de Toyota le está costando muy caro a corto plazo, un impacto que a largo plazo podría ser incluso mayor para el fabricante japonés que se ha quedado anclado en un sistema lanzado ya hace 17 años nada menos, y que ahora tendrá que enfrentarse a competencia 100% eléctrica, como la flamante Nissan e-NV200, que comenzará su distribución este mismo mes de junio.
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