Varias veces se ha hablado del uso de supercondensadores para aplicaciones de automoción. Son capaces de entregar grandes potencias durante poco tiempo, con una vida útil de gran duración. Su mayor fallo sigue siendo la densidad de energía, un fallo que poco a poco se va solucionando. Esto no quiere decir que no puedan utilizarse en multitud de aplicaciones como los sistemas Start-Stop.
Los sistemas Start-Stop ocupan la base de la electrificación de los coches. Éstos están tomando mucha importancia entre los fabricantes, ya que les permiten reducir las emisiones de gases para poder así cumplir las normativas anticontaminación. De hecho. más del 40% de los coches vendidos en Europa ya tienen esta función.
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Como sabéis, estos coches apagan el motor durante las paradas, para luego volver a arrancarlo sin que apenas se note. Para esto, equipan una batería de mayor capacidad, además de un motor de arranque mejorado para que aguante más.
Un sistema de Start-Stop basado en una batería, puede ser mejorado añadiendo supercondensadores. Estos supercondensadores pueden proveer la potencia necesaria para arrancar el motor, reduciendo así los numerosos picos de potencia que reducen la vida útil de la batería.
Maxwell Technologies ha anunciado que un sistema de este tipo de su creación será instalado en varios Cadillac que saldrán en el año 2016. «El consumo siempre ha sido un preocupación para los usuarios de los coches. Los supercondensadores de Maxwell permiten a los usuarios disfrutar de unos buenos consumos sin limitar sus vehículos ni aumentar el mantenimiento. Esto demuestra la capacidad de los supercondensadores para ser utilizados en variedad de aplicaciones para la electrificación de los coches» dijo el CEO de Maxwell.
Los supercondensadores se van abriendo sitio en el mundo de la automoción. ¿Los veremos algún día como sistema de almacenamiento de un coche eléctrico?
Fuente | Maxwelltechnologies