Durante su visita a la planta que Tesla tiene en la localidad holandesa de Tilburg, Elon Musk ha tenido tiempo para adentrarse en el problema que Volkswagen tiene entre manos a raíz de sus trampas con las emisiones de sus vehículos diésel.
Musk ha sido preguntado que pasaría su el fuese el presidente del gigante alemán. La respuesta no puede ser más evidente, buscaría la redención apostando de una forma decidida por el coche eléctrico, siendo líderes de este segmento.
Según el co-fundador de Tesla, cualquier fabricante deberá dar pasos de cara a la electrificación de su oferta, o de lo contrario se quedará fuera de este negocio. La evolución de los motores de combustión ha llegado a un nivel de desarrollo muy elevado, y cualquier mejora será muy pequeña.
Esto ha provocado por ejemplo que los ingenieros de Volkswagen hayan sido presionados por sus jefes, para lograr reducir de forma importante las emisiones de los motores diésel. Algo que ha terminado en una monumental trampa que ha puesto en peligro el futuro de Volkswagen.
Y es que si Elon Musk con lo que se gastan en VW en rascadores para la espalda (referencia a Los Simpsons, que nadie se lo tome literalmente) ha puesto en marcha un fabricante como Tesla, no queremos imaginar lo que sería capaz de hacer con los recursos económicos e industriales de VW.
Posiblemente ya tendríamos el equivalente del Tesla Model III entre nosotros, varias gigafábricas de baterías en funcionamiento por todo el mundo, y unas ventas de coches eléctricos muy diferentes a las que podemos ver en estos momentos.
Sabemos que eso no va suceder ¿un americano a los mandos de un fabricante alemán? Pero bueno, soñar es gratis, y tal vez sirva para dar algunas pistas a los nuevos responsables de VW en unos momentos de confusión donde no sabemos por donde nos van a salir.
Vía | Autoexpress
