Después del escándalo de las emisiones de los coches del Grupo Volkswagen también conocido como Dieselgate, el ministro Soria ha dicho en reiteradas ocasiones que la marca alemana tendrá que devolver las ayudas recibidas a través del plan PIVE. Unas ayudas públicas que han subvencionado coches que contaminan más de lo que marca la normativa vigente. Teniendo en cuenta que estos coches se han vendido saltándose las leyes, la devolución de las ayudas una medida razonable.
En total, se estima en 50 millones de euros la cantidad recibida por el Grupo Volkswagen, a razón de 1.000 euros por unidad. Sin duda es una jugosa cantidad, con la que se podrían hacer muchas cosas. ¿Qué hacemos con el dinero? Desde aquí, no quiero dejar pasar la oportunidad para lanzar algunas propuestas sobre que utilidad que se le puede dar.
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El Dieselgate de Volkswagen beneficiará a los coches eléctricos[/blocktext]
Una cosa es clara. Un dinero que ha servido para subvencionar coches contaminantes debería ser utilizado para combatir la contaminación.
Una medida que se podría tomar con esos 50 millones de euros es la creación de un plan de ayudas a la compra de vehículos eléctricos continuado en el tiempo. Con 50 millones de euros se podría crear un plan para ayudar con 6.000 euros a más de 8.000 coches. Para que os hagáis una idea, la sucesión de planes MOVELE desde el año 2012 al 2015 ha sumado una cantidad total de 37 millones de euros, bastante menos que las ayudas ilegales a Volskwagen. Además, uno de los mayores fallos de los planes MOVELE es su intermitencia en el tiempo, que no permite darle continuidad a las ventas en nuestro país. Una continuidad que si existe en otros países, que aprueba presupuestos de varios años de duración.
Estamos hablando de 50 millones de euros, más dinero del que ha dedicado en toda la historia el Ministerio de Industria a ayudas a la compra de vehículos eléctricos. Sinceramente, no sé si Volskwagen acabará devolviendo las ayudas (lo veo difícil), pero no se me ocurre mejor destino él.
