En los últimos dos años hemos visto como el precio del petróleo ha sufrido una importante bajada causada por una guerra comercial encabezada por Arabia Saudita. Una estrategia destinada a eliminar a la competencia, que ha perjudicado a las ventas de coches eléctricos que no han crecido como se esperaba.
Pero hay una marca que no se ha visto afectada en sus cifras globales. Esta es Tesla. Sólo en Estados Unidos Tesla ha visto incrementar sus cifras de ventas desde las 13.800 unidades en los 11 primeros meses del 2014, hasta las 22.100 unidades que acumula este año. Un 60% más.
Las razones para este extraño comportamiento son varios. El primero es que Tesla se mueve en un segmento, los coches premium, donde sus clientes están menos pendientes del precio del litro de gasolina. Esto le permite moverse con más soltura en momentos donde el petróleo alcance costes muy reducidos.
Este segmento además permite a Tesla contar con menores diferencias respecto a su competencia. Los «desde» 75.000 dólares en los que parte el Model S son cifras similares, e incluso inferiores, a los que podemos ver en el segmento de las berlinas de lujo. Algo que no pueden decir los modelos más económicos, como el Nissan LEAF o el Chevrolet Volt.
Otro aspecto que permite a Tesla seguir creciendo en este escenario tan desfavorable es el tecnológico. Mientras otros hacen pruebas, Tesla pone en funcionamiento sistemas como el del piloto automático. Un elemento realmente llamativo que ha permitido al fabricante norteamericano llegar a un público cada vez más amplio.[blocktext align=»left»]Ventas de coches eléctricos en Estados Unidos. El Tesla Model S sigue mandando, le sigue el BMW i3 [/blocktext]
Un equipamiento que no para de crecer, y donde la imaginación es el único límite. No hay más que ver el desligue realizado durante la presentación del Model X, donde incluso se ha podido descubrir el primer filtro del aire que permite aislar completamente el coche del exterior.
Por supuesto la red de supercargadores es otro de los elementos clave para Tesla. Su extensión está logrando alcanzar niveles realmente importantes, con redes que permiten cruzar Estados Unidos, Europa y una parte de China, con un coche eléctrico. Otro aliciente para los compradores.
Lo mejor de todo para Tesla es que la competencia todavía tardará en lanzar sus propuestas. Un tiempo que servirá a los norteamericanos para afianzar su posición, seguir extendiendo su red de tiendas y servicios técnicos, su red de supercargadores, y en definitiva sentar las bases para cuando la competencia llegue al mercado.
Vía | Marketwatch
