Tesla no logra arrancar en China. Las razones del fracaso en el gigante asiático

A pesar de que todo parecía predestinado al éxito, un fabricante de modelos de gama alta, extranjero, con el aura tecnológica de Silicon Valley y en escenario donde incluso los fabricantes foráneos podían beneficiarse de los fuertes incentivos públicos. A pesar de todo esto Tesla no está logrando cumplir sus objetivos de ventas en China.

El pasado año se ha cerrado con unas ventas de apenas 3.500 unidades en este mercado. Un 30% por debajo de las expectativas que se habían propuesto colocar al menos 5.000 unidades el primer año.

Estos problemas ya se han cobrado la primera victima con la dimisión del anterior presidente de Tesla en China. Un abandono que no ha servido para enderezar unas ventas que han ido a peor según pasado el año.

Entre las razones, sin duda la política de recarga tiene la mayor parte de culpa. Parece mentira, pero no son pocos los clientes que han comprado un Model S de cerca de 100.000 euros, y no contaban con punto de recarga en sus viviendas. Otros contaban con una toma de baja potencia, que daba como resultado que a pesar de estar todo el día conectado, la autonomía apenas lograba subir. Una mala prensa para Tesla que suele jugar con ventaja en el boca a boca.

La cuestión es que Tesla todavía no ha puesto a la venta el cargador semi-rápido para viviendas en China. Un cargador que permitirá reducir el tiempo de recarga hasta las cinco horas. Un elemento que resulta del todo absurdo que no haya estado disponible desde un primer momento y que llegará a China esta primavera.

Otro de los problemas a los que se enfrentan los propietarios chinos de coches eléctricos, es que en su mayor parte residen en edificios comunitarios. Esto significa que para poder instalar el punto de recarga en el garaje, deben contar con el permiso de la comunidad. Algo que por ejemplo ha obligado a un adinerado propietario, con cuatro coches en el garaje, a instalar el punto de recarga de el Model S en las instalaciones de su empresa.

A todo esto Tesla está realizando el esfuerzo de levantar una red de 52 supercargadores, que se suman a los 800 puntos de recarga semi-rápida repartidos por centros comerciales y hoteles de 72 ciudades chinas. Algo que parece no ha servido para convencer a los propietarios chinos.

A este despliegue hay que sumar al que está realizando el gobierno chino, que es de esperar logre reducir la sensación de que hay pocos puntos de recarga disponibles. Tesla espera que una vez superados los problemas de comunicación, y la falta de infraestructuras públicas, las ventas logren de nuevo encauzar el ritmo esperado para el primer mercado mundial del coche.

Vía | NY Times