La normativa sobre emisiones en Europa 2020 beneficia a los eléctricos
4 min. lectura
Publicado: 09/04/2015 08:30
La Unión Europea ha marcado unos exigentes objetivos de reducción de emisiones a los fabricantes de coches que trabajan en nuestro mercado.
Una exigente normativa que impone un máximo de 95 gramos de CO2 por kilómetro para 2020. A pesar de que el texto final cuenta con algunas concesiones fruto de la presión de los grandes fabricantes alemanes, se trata de la normativa más exigente que hay en el mundo.
En la práctica se pondrá en marcha un sistema de castigo a los que contaminen por encima de esa cifra, y al mismo tiempo un premio a los que cuenten con modelos más respetuosos. Algo similar a los créditos de emisiones que llevan años funcionando en California con gran éxito.
Como decimos hay castigos a los menos cumplidores. Por ejemplo los que no logren alcanzar la cifra marcada por Bruselas, tendrán que pagar una sanción de 5 euros por el primer gramo y coche, y 15 euros por el segundo. Esto significa que un fabricante que ponga en la calle un millón de unidades, tendrá que afrontar una sanción mínima de unos 190 millones de euros.
Por otro lado un fabricante que ponga en la calle un modelo con una tasa de emisiones de 50 gramos o menos, recibirá los Supercréditos. Estos tendrán un carácter temporal y decreciente, con una valor de dos coches para 2020, 1.67 coches para 2021, y 1.33 coches para 2022, todo con un límite máximo para el uso de Supercréditos de 7.5 g/km combinado.
Noruega y FIAT
Dos son los protagonistas actuales de esta normativa. Por un lado un país, Noruega, que a falta de casi cinco años para la puesta en marcha de este programa, ya lo está cumpliendo a día de hoy gracias a la fuerte implantación del coche eléctrico en sus carreteras.
Como recordamos, 2015 ha comenzado con intensidad en el país nórdico, con una cuota de mercado entre eléctricos e híbridos enchufables del 21.1% en enero, un 19.9% en febrero, y un astronómico 26.5% en marzo. Una última cifra que permite bajar las cifras de emisiones medias hasta los 93 gramos por kilómetro.
Por otro lado está el fabricante italiano FIAT. Como decíamos, el sistema de reparto de emisiones cuenta con alguna «peculiaridad». Esta se debe a que finalmente Alemania ha logrado que su aplicación sea algo más flexible, y que se tenga en cuenta el peso de los coches para aplicar la tasa que cada fabricante debe cumplir.
Esto significa que Mercedes, Audi o BMW, no tendrán que cumplir con las mismas cifras que Citroën, Toyota o FIAT. Precisamente esta última es quién más difícil tendrá cumplir la normativa, a pesar de contar con la gama más eficiente de todas.
Los grandes fabricantes están incorporando unidades híbridas enchufables en casi todos sus segmentos para poder cumplir con la normativa. Preparan también un despliegue en el sector de los eléctricos puros. Pero de momento de FIAT no hay noticias.
Y faltan cuatro años y ocho meses para la entrada en vigor de esta normativa. Poco tiempo para un fabricante que se ha empeñado en negar la transición, y que ahora podría verse en graves problemas si no logra reducir de forma importante sus cifras de emisiones.
La conclusión es que además de un elemento comercial o publicitario, el coche eléctrico y los híbridos enchufables son el camino más corto para lograr cumplir con esta exigente normativa que servirá para empujar a esta tecnología un paso más allá.
Relacionada | Las ventas de coches eléctricos en Noruega alcanzan el 26% del mercado en marzo
Fuente | ec.europa.eu