Este espectacular accidente de un Tesla Model S nos muestra su gran seguridad

Este espectacular accidente de un Tesla Model S nos muestra su gran seguridad

2 min. lectura

Publicado: 07/05/2016 11:56

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Cuando combinas juventud, una cabeza poco amueblada y un Tesla Model S, no puede salir nada bueno. Eso es lo que le pasó a una joven alemana de 18 años, que cogió el Tesla Model S de su padre para dar una vuelta con sus cuatro amigos. El resultado lo podéis ver en las fotos. A pesar de que el estado en el que ha quedado el coche impresiona, por suerte no ha habido víctimas mortales.

Al parecer, la joven iba conduciendo el Model S demasiado rápido cuando en una curva perdió el control del vehículo. El coche se salió de la carretera, realizando «un vuelo» de 25 metros para acabar estrellándose en una finca. La verdad es que hay que ir muy rápido par conseguir perder el control de un coche con un centro de gravedad tan bajo y equipado con los últimos estándares de seguridad.

Viendo el estado del coche, parece mentira que los ocupantes pudieran salir del vehículo sin la ayuda del personal médico. Las lesiones fueron descritas como lesionas de gravedad, pero ninguna con riesgo mortal.

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En las imágenes se puede ver como el frontal del Tesla Model S está totalmente destrozado, mientras la cabina permanece intacta. Esto demuestra la importancia de tener un zona de deformación grande, como es la zona del maletero delantero del Tesla Model S. Esta zona, mucho más fácil de diseñar en coches eléctricos, es capaz de absorber ingentes cantidades de energía, evitando así que la deformación llegue a la cabina.

Un símil utilizado por el propio Elon Musk pars entender esta zona de deformación es el siguiente:

«Es como saltar a una piscina desde un trampolín muy alto. Lo que quieres es una piscina muy profunda y sin rocas en ella.»

Está claro que el Tesla Model S es un coche muy seguro. Pero a los conductores de Tesla me gustaría decirles que no es necesario estar testando su seguridad continuamente. Para eso están las pruebas.

Fuente | Merkur