Movilidad eléctrica y su problemática en Black Mirror
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Publicado: 29/10/2016 09:00
Black Mirror acaba de estrenar nueva temporada. Esta serie de Netflix muestra, en episodios independientes, un posible futuro no muy lejano y bastante aterrador. Viendo el primer capítulo de esta última temporada se nos dibuja una sonrisa al ver (¡por fin!) coches eléctricos.
Nos sorprende que, a simple vista, sean todos exactamente iguales entre sí. En un momento del capítulo, la protagonista alquila un coche. Eléctrico. No parecen existir más opciones.
De camino se queda sin batería y, en seguida, encuentra una electrolinera llena de cargadores, cada uno con su número. Cuando va a enchufar se da cuenta de que el conector es incompatible con su coche (atención al guiño a Apple por la forma del conector), y va a pedir un adaptador al trabajador de la estación de servicio pero éste no tiene.
Después pregunta a las otras personas que están “repostando”, quienes hostilmente le dicen que tampoco tienen un adaptador. La protagonista decide entonces abandonar el coche en la electrolinera y termina alcanzando su destino en un vehículo de combustión.
En el momento nos hace gracia la escena, ya que muchos de los usuarios de coches eléctricos seguramente hemos pasado por situaciones muy parecidas. Después, nos preocupamos al pensar en este posible futuro aterrador en el que los vehículos son idénticos en apariencia pero aún sin alcanzar un estándar en el tipo de conector.
¿Cuánto tendremos que esperar?
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