El director ejecutivo de Volkswagen, Herbert Diess, ha confirmado que la actividad en torno al programa de coches eléctricos de nueva generación está siendo intensa. El objetivo es lograr que no haya ningún retraso adicional, y que arranque en 2020, justo a tiempo para cumplir con las normativas sobre emisiones.
La primera propuesta será el I.D. Un modelo de tamaño similar a un Golf, que según el máximo responsable del fabricante alemán, tendrá que contar con un diseño definitivo este mes de agosto. Un plazo marcado precisamente para llegar en la fecha prevista.[blocktext align=»left»]
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También ha indicado que aspectos claves, como el suministrador de baterías, también ha sido seleccionado. De esta forma el fabricante podrá dejar solucionado dos de los principales apartados del vehículo, diseño y baterías. A partir de ahí quedará pulir detalles, realizar las pruebas de resistencia, y probar los sistemas de asistencia a la conducción.
Pero según el jefe de VW, el I.D. será sólo el principio. Un año después de su llegada, en 2021, desembarcará un todocamino eléctrico basado en la misma plataforma. Un modelo del que ya podremos ver un primer prototipo este mes de abril durante el Salón del Automóvil de Shanghái.
Otro año después debería llegar otra variante más que usará también la plataforma MEB. El I.D. Buzz. Una furgoneta de la que no todo el mundo tiene claro que vaya a llegar al mercado de forma convencional, y podría limitar su propuesta a servicios de car sharing.
Y es que el meollo de todo estará en China. Allí se moverá el volumen para lograr que los sistemas eléctricos bajen de precio, y con ello se logren mejores cifras de ventas. Un mercado que cuenta con unas nuevas normativas sobre emisiones todavía más duras que las occidentales, y que obligará a marcas como Volkswagen a apoyarse de forma intensa en los coches eléctricos e híbridos para lograr reducir las multas que les esperan.
El principal problema para VW en China es que allí no hay apenas presencia de motores diésel en los coches, por lo que a la hora de contabilizar las emisiones de CO2, no pueden aplicar las maniobras que si usan en Europa. Por lo tanto, no les quedará más remedio que electrificar su gama y llegar a unas 400.000 unidades al año para 2020.
El objetivo es lograr que sólo la marca Volkswagen, no todo el grupo, logre unas ventas de 1 millón de coches eléctricos para 2025, principalmente gracias al empuje chino. Algo que según el Sr Diess, esperan les sirva para lograr una economía de escala suficientemente robusta como para conseguir que incluso el primer modelo, el I.D. sea rentable desde su inicio.
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Vía | Autonews
