Morgan Stanley rebaja de forma drástica las expectativas de producción del Tesla Model 3. Apenas 2.000 unidades en 2017, y 90.000 en 2018

Adam Jonas es un analista del banco de inversiones Morgan Stanley, que se ha hecho conocido en el mundo del coche eléctrico por sus predicciones y análisis. Algunas veces acertadas, y otras puede que no tanto. Entre el grupo de los últimos podemos incluir su nuevo informe sobre el futuro de Tesla.

En este se hace mención básicamente a que el fabricante norteamericano no logrará cumplir con sus objetivos económicos este ni el próximo año, y que no dejará atrás las pérdidas al menos hasta finales de 2019. Algo que ha provocado una degradación de Morgan Stanley de las acciones de Tesla, que han bajado ligeramente.

Según Jonas, la principal causa de esta situación será la producción del Model 3. Como recordamos, Tesla tiene como objetivo alcanzar las 1.000 unidades a la semana para julio, 2.000 unidades a la semana para agosto, y entre 4.000 y 5.000 unidades a la semana en el mes de septiembre. Y eso sólo en 2017.

En 2018 la producción debería seguir incrementando su velocidad, hasta llegar a una cifra de 10.000 unidades a la semana. Una capacidad que permitiría lograr casi medio millón de unidades en un año completo.

Pero desde Morgan Stanley se ha rebajado de forma dramática las previsiones para esa producción. Según Jonas, este año apenas se lograrán producir 2.000 unidades, mientras que en 2018 la cifra crecerá hasta las 90.000 unidades.

No sabemos que metodología ha usado este analista para realizar estas estimaciones, que incluso para los más pesimistas seguro que son demasiado bajas. Una de las posibilidades es que se haya aplicado el modelo vivido en su momento por Tesla con el Model X, que debido a su complejidad y otros factores, vivió un arranque de producción muy modesta.

Pero el Model 3 no es el Model X, ya que ha sido concebido con la idea de simplificar al extremo su producción. Aspectos como la ausencia de las puertas tipo ala de gaviota, se suman otros como un techo de cristal infinito, que además de un elemento muy chulo, tiene la función de permitir a los robots acceder de una forma sencilla al interior del vehículo, y acelerar su ensamblado.

Otro aspecto clave es la experiencia ganada por Tesla en los últimos años. Sobre todo con la incorporación en 2016 de figuras clave como Peter Hochholdinger, en jefe de producción de Audi, que ha llegado con el objetivo prioritario de preparar la línea de montaje del Model 3.

Por supuesto pueden existir problemas tanto internos, como sobre todo externos. Los suministradores son la gran preocupación de Tesla, ya que su control es hasta cierto punto limitado. Y precisamente ahí puede estar el principal peligro para el cumplimiento de los objetivos.

La respuesta la tendremos muy pronto, ya que no olvidemos que la producción del más económico de la gama Tesla tiene prevista su puesta en marcha en apenas dos meses.

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Vía | Electrek