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¿Habrá suficientes minerales para soportar el boom del coche eléctrico?

Reuters y Bloomberg han publicado sendos artículos donde analizan el importante crecimiento de la demanda de minerales como el níquel y el cobalto, procedente del sector del coche eléctrico. Una demanda que se multiplica cada año, y que según los diarios puede poner en peligro la capacidad de producción actual y futura.

En el caso del níquel, su principal problema es que su explotación no ha alcanzado un nivel tan elevado como para cubrir una nueva demanda que podría ser cubierta con nuevas inversiones y nuevas explotaciones. Especialmente aquellas que en su momento ya han sido usadas para extraer otros materiales, como las minas de plata, abandonadas al terminarse los filones pero que ahora albergarían un mineral que está ganando interés de una forma extremadamente rápida gracias al coche eléctrico.

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Es por eso que la capacidad de producción de este mineral estará supeditada a la velocidad en la que se logren encontrar unos nuevos yacimientos que se extienden por todo el mundo. Desde Estados Unidos, Brasil,  hasta Australia. Pero mientras que se encuentran nuevos yacimientos, el precio del níquel continúa elevándose.

El gran problema podría ser el cobalto. Un material intensamente explotado principalmente para alimentar a la industria de la electrónica de consumo, y que ahora está viendo como se acerca el monstruo del coche eléctrico, que demandará enormes cantidades. Según Bloomberg, la demanda de cobalto se duplicará en los próximos 8 a 15 años. Algo que supondrá que en 2025 habrá una diferencia de 20% entre la oferta y la demanda.

Un material que además tiene el problema de que gran parte de su extracción se realiza en la República Democrática del Congo. Un estado arrasado por la guerra civil y donde mano de obra esclava trabaja en condiciones infrahumanas en la extracción de este mineral bajo la atenta mirada de las milicias. Algo que preocupa cada vez más a los fabricantes de cara al impacto publicitario de usar estos «minerales de sangre».

Esto supondrá un problema para los productores de baterías, que tendrán que buscar alternativas a esta falta de suministro. Pero no así para los propios productores, que ya se están beneficiando en sus valores de un futuro donde el cobalto será un bien muy preciado. Por ejemplo, la canadiense First Cobalt ha visto como sus acciones crecían un 90% este año, mientras que Cobalt 27 Capital, radicada en la Columbia Británica, ha crecido nada menos que un 600%.

Hablamos de un mercado el de las baterías de litio que encara una producción masiva que supondrá un volumen de negocio estimado que saltará de los 30.000 millones de dólares en 2015, a los 75.000 millones en 2024. Y que seguirá creciendo hasta que los coches eléctricos ocupen un según el banco holandés ING, el 100% de las ventas en 2035.

Algo que supondrá una escalada sin precedentes en la demanda de materiales para fabricar baterías para coches eléctricos, que veremos si la industria es capaz de soportar.

 

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Vía | Reuters, Bloomberg

 

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