El modelo de negocio de Tesla es realmente novedoso para los estándares de la industria automovilística. La empresa no solamente vende coches, sino que también ofrece servicios energéticos: sus baterías Tesla Powerwall, sus sistemas de almacenamiento Tesla Powerpack, placas solares, etc. En definitiva, ofrecen un modelo energético completamente nuevo para los hogares, tanto a nivel de transporte, como a nivel de gestión.
Sin embargo, las diferencias no terminan aquí. La firma californiana también es vanguardista en la forma en la que comercializa algunos equipamientos para sus coches eléctricos. Lo más destacado son las actualizaciones OTA: el fabricante permite a los usuarios acceder a equipamientos desbloqueables tras la compra del coche, tanto incrementos en la capacidad de la batería en ciertos casos (en los Model S de 60 kWh, ampliables con una actualización a 75 kWh), así como el Autopilot, que se puede activar aunque no viniera de fábrica con el coche (todos los modelos llevan el hardware necesario para su funcionamiento).
En 2016, durante las primeras fases del Autopilot original, Tesla permitía a algunos usuarios activar una versión de prueba del Autopilot en sus coches. Esta suerte de «demo» tenía el objetivo de que los usuarios pudieran experimentar en primer persona las ventajas de este sistema. Si los clientes quedaban convencidos, podían pedir (previo pago) el sistema completo.
Tesla lleva ya dos años sin ofrecer estas pruebas gratuitas. Sin embargo, Elon Musk acaba de anunciar que próximamente volverán a reactivarse en aquellos modelos dotados del Autopilot de segunda generación (2.0/2.5). Así, todos los dueños de un Model S, un Model X (siempre y cuando sean unidades fabricadas tras la introducción del hardware del Autopilot 2) o un Model 3 podrán beneficiarse de esta demo, de la cual tampoco se tienen demasiados datos (duración de la prueba gratuita, posibles limitaciones, etc).
Junto con las versiones de prueba, Musk también ha anunciado la llegada de nuevas actualizaciones al Autopilot. De acuerdo con el director ejecutivo de la firma, probó las nuevas mejoras a principios de semana, y en su opinión suponen una mejora sustancial en ciertos aspectos clave. De acuerdo con las betas que se han visto hasta ahora, podrían añadirse los gráficos de coches situados en carriles paralelos al panel del Autopilot, o mejoras a la hora de afrontar salidas de autopistas, con frenadas más progresivas.
Sin embargo, lo que todavía no se sabe es cuándo dará Tesla el salto al nivel 3 de autonomía. Tras las últimas actualizaciones, que arreglaron muchos de los problemas iniciales del Autopilot 2, parece que Tesla no tiene preparados cambios de gran calado a corto plazo en uno de sus productos estrella.
Fuente | Electrek
