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Japón se propone que todos los coches que fabriquen para 2050 sea eléctricos

Esta semana el gobierno de Japón ha presentado un proyecto que pretende acelerar la transición de sus fabricantes de coches hacía los nuevos modelos de negocio del sector. Unos cambios que supondrán para el 2050 el final de la venta de coches diésel o gasolina tanto en tierras japonesas, como en los destinados a la exportación a otros mercados.

Este plan podría parecerse a los presentados en su momento por países como Reino Unido, Francia o la India. Pero los japoneses van a su ritmo, y desde el gobierno se ha indicado que esperan que para esa fecha sus marcas sólo fabriquen coches eléctricos, pero también incluyen aquellos con algún sistema de electrificación, como los híbridos convencionales, los híbridos enchufables, y los modelos a hidrógeno.

Desde las administraciones públicas incluso se saca pecho de este objetivo, indicando que sólo Japón puede lograr electrificar toda su industria del automóvil para esa fecha. También se añade que manda un poderoso mensaje al mercado global, indicando que las cosas van a cambiar.

El objetivo es lograr que para 2050 las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector del transporte un 80%, que llegará al 90% en el caso de los vehículos particulares. Algo para lo que será necesaria una electrificación masiva de toda la flota.

Este proyecto según los expertos atiende a los miedos de la industria y las administraciones niponas de quedarse atrás a nivel industrial y tecnológico frente a rivales como China, Europa o Estados Unidos. Supondrá además del mediático anuncio, la puesta en marcha de una colaboración público-privada que destinará fondos públicos para investigación en sectores como las baterías, así como el establecimiento de alianzas para la adquisición de las tierras raras usadas en la fabricación de motores eléctricos.

Opinión

Realmente plantearse una producción 100% electrificada para 2050 no parece un objetivo muy ambicioso. Hablamos de un periodo de 32 años donde la evolución de la tecnología de las baterías vivirá unas cuantas evoluciones, y donde la infraestructura de recarga se habrá desplegado por buena parte del planeta.

Una visión conservadora por parte de unos fabricantes japoneses que temen con mucha razón, quedarse a la cola del desarrollo de un mercado del coche eléctrico a batería que está encontrando otros mercados más abiertos a su adopción masiva. Potencias como China no han dudado en aprovechar la oportunidad que no han tenido en el coche de combustión interna, pero que si se les ha ofrecido en el caso del coche eléctrico.

Vía | Asahi

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