Para Polestar, evitar retrasos en la producción es vital para conseguir triunfar

Polestar es la gran apuesta de Volvo en el terreno de los coches eléctricos de altas prestaciones. Esta nueva marca (su antiguo preparador oficial) ha sido creada con el objetivo de competir en segmentos a los que Volvo por imagen no puede llegar, para así plantarle cara de tú a tú a compañías como Tesla, que gozan de una gran reputación como fabricante de coches eléctricos.

En Volvo saben que la estrategia y el control de los tiempos son claves para el éxito de su nueva división. Por ello, quieren alejarse del estereotipo de que los coches eléctricos suelen llegar al mercado con retraso, algo que a grandes rasgos es culpa de Tesla (que cada poco tiempo pospone sus objetivos de producción con el Model 3), así como los cuellos de botella que afectan a coches como el Renault ZOE o el Volkswagen e-Golf.

Thomas Ingenlath, director ejecutivo de Polestar, declara que la mejor forma de crear una buena imagen de la marca será la de contentar a los clientes y cumplir con los plazos de entrega del Polestar 1, su primer modelo de producción (un coupe híbrido enchufable con 150 km de autonomía NEDC, 600 cv de potencia y un chasis y carrocería hechos en gran medida en fibra de carbono).

«Uno puede meterse en un gran problema si es demasiado optimista«, declaró en una entrevista durant ele Salón del Automóvil de Ginebra. Inicialmente la marca iba a producir tan solo 500 Polestar 1 al año, pero tras recibir 6.000 reservas durante los primeros cinco meses tras su presentación, Polestar está considerando añadir un segundo turno a la fábrica que están construyendo en Chengdu (China). La producción sin embargo no irá más allá de este segundo turno.

Tras el lanzamiento del Polestar 1, la marca sueca se pasará a los coches 100% eléctricos: el Polestar 2 será un rival del Tesla Model 3 (berlina media del segmento D), y el Polestar 3 del Tesla Model X (SUV de gran tamaño).

Fuente | Autonews