Las principales diferencias entre una Tesla Store y un concesionario al uso

Actualmente, Tesla es una de las pocas defensoras en el mundo del automóvil de un modelo de venta directa. Esta forma de vender sus coches, por el momento casi exclusiva de la marca californiana, le ha traído hasta el momento numerosos quebraderos de cabeza, pues en algunos estados de Estados Unidos este modelo de venta está prohibido.

El resto de marcas normalmente confían en concesionarios independientes que se encargan de la venta de sus automóviles, un método que permite una expansión más rápida, barata y eficaz que el modelo de Tesla, pero que a la vez impide que se pueda tener un control tan directo y riguroso como el que disfruta Tesla con sus diferentes Tesla Stores situadas en todo el mundo.

Sin embargo, por las peculiaridades de la propia empresa, las Tesla Store son bastante diferentes a los concesionarios tradicionales. Business Insider envió a un reportero a constatar las diferencias en la experiencia de compra entre un concesionario al uso (en este caso, de Mercedes-Benz), y una Tesla Store.

La primera diferencia que salta a la vista es el diseño del establecimiento: Tesla aboga por la eliminación de toda la información visual innecesaria, creando un espacio diáfano. Esto contrasta con otros concesionarios, en los que podemos encontrar mesas de los comerciales entre los coches, carteles con todas las características técnicas de cada modelo…

Además, Tesla no sólo vende coches, sino también servicios energéticos. Esto cambia de forma radical la forma en la que los comerciales atienden a los clientes, pues los trabajadores de las Tesla Store explican a los visitantes la visión global de la empresa y su filosofía energética, tratando los coches, las baterías domésticas Powerwall y las placas solares de Solar City como un todo.

En palabras del reportero, los comerciales de las Tesla Store le recuerdan de cierta forma a los de las tiendas de Apple: tienen un gran conocimiento del producto, y dejan entrever cierta admiración por la empresa, de la que son tanto empleados como aficionados. De acuerdo con el corresponsal, también se muestran más insistentes que un comercial al uso, pues al contrario que las marcas tradicionales, Tesla no apuesta por la publicidad para vender sus coches, confiando en que sus trabajadores sean los encargados de glosar las excelencias de sus productos.

Fuente | Business Insider