Las acciones de CATL se disparan tras recaudar 1.000 millones de dólares para crear nuevas fábricas de baterías

El fabricante de baterías de origen chino CATL ha conseguido recaudar 1.000 millones de dólares para financiar sus planes de expansión en una oferta pública que tuvo lugar el 11 de junio en Shenzhen. Tras ello, sus acciones se ha disparado. Las estimaciones señalan que para el año 2021 el 70% de las baterías para coches eléctricos se fabricarán en China.

China es a día de hoy el mercado de coches eléctricos más grande del mundo, si bien sus empresas continúan teniendo poco peso en el mercado internacional. Algo que la expansión del coche eléctrico cambiará, haciendo que el país pase a dominar una industria hasta ahora controlada por Estados Unidos, Europa y Japón: «China ve los vehículos eléctricos como la forma de afirmar su dominio global en la industria automotriz», declara Venkat Viswanathan, profesor asistente de Ingeniería Mecánica en Carnegie Mellon especializado en la investigación de baterías. «Para que funcione, necesitas avanzar más rápido que nadie».

Los esfuerzos de China por expandir el coche eléctrico comenzaron como una solución para atajar los graves problemas de contaminación que sufren las grandes ciudades del país asiático. Sin embargo, a día de hoy los planes de China son mucho más ambiciosos, con una apuesta en firme por las energías renovables para satisfacer la cada vez mayor demanda energética y para luchar contra el cambio climático, así como su intención de dominar el comercio global.

Las acciones de CATL han subido de forma importante en los últimos días gracias a la recaudación conseguida, lo que ha dado a la compañía radicada en Ningde un valor de más de 13.000 millones de dólares a día 13 de junio. En apenas 7 años, CATL ha creado las mayores instalaciones de fabricación de baterías de iones de litio del mundo, pues la compañía puede producir alrededor de 17 GWh de celdas de forma anual, lo que la sitúa justo por delante de la empresa coreana LG Chem, de la asociación entre Tesla y Panasonic, y de BYD, un fabricante de coches eléctricos chino que también produce baterías. Con las nuevas inversiones, los planes de CATL pasan por construir dos nuevas fábricas (una de ellas probablemente en Alemania), así como ampliar sus instalaciones ya existentes, alcanzando una producción anual de 90 GWh para el año 2020.

Por el momento, dos de los futuros clientes de la empresa son Volkswagen y Daimler (Mercedes-Benz), si bien se espera que se unan nuevos fabricantes atraídos por los costes de producción conseguidos por la compañía china.

Fuente | MIT Technology Review