Para Jaguar, es esencial que sus coches eléctricos tengan dos motores. ¿Por qué?

Jaguar ha lanzado recientemente al mercado su primer coche eléctrico de producción, el D-SUV I-Pace. Este interesante vehículo cuenta con una batería de 90 kWh de capacidad gracias a la cual el modelo consigue alcanzar los 480 km de autonomía bajo el ciclo de homologación WLTP (es decir, unos 400 km en condiciones reales).

En el apartado mecánico destaca por sus dos motores eléctricos, de 200 cv cada uno y situados en cada eje. Gracias a ellos, el I-Pace cuenta con tracción total y una aceleración en el 0 a 100 km/h en apenas 4,8 segundos. Según Jaguar, esta configuración es la única posible a la hora de crear un coche eléctrico de corte deportivo.

El director de desarrollo de vehículos de Jaguar Land Rover, Wolfgang Zeibart, declara la empresa descarta por completo la creación de versiones de dos ruedas motrices. «Si realmente quieres un pato cojo, entonces puedes hacerlo». Esta idea se aplicará también a los siguientes coches eléctricos de Jaguar, que probablemente compartirán con el I-Pace su plataforma.

«El Tesla Model S inicialmente tenía un diseño de un solo motor, y lo que eso conllevaba es que teniendo solo un eje impulsando no puedes poner la rueda en la misma posición que en el I-Pace: debe moverse hacia adelante, ya que necesita carga en el eje impulsado. Cuando se mueve hacia adelante, se reduce el espacio interior y el espacio disponible para la batería. Es un compromiso tras otro y, por lo tanto, decidimos poner dos motores, punto final.

Si aceleras, el motor trasero es el mejor. Si quieres recuperar, el motor delantero es el indicado. Podemos recuperar hasta 150 kW, mientras que si sólo lo hace el eje trasero, se limita a unos 60 kW. Si se recupera solo con el eje delantero, cualquier fuerza longitudinal que se aplique reduce la fuerza lateral disponible. Esto hace que el automóvil sea inestable».

Además, el directivo también añade algunos datos acerca de la batería de su modelo, comparándola con la de los Tesla: «Los Tesla tienen una desventaja, ya que el enfriamiento de sus baterías es muy pobre. Tienen celdas cilíndricas que básicamente se enfrían por aire, y luego tienen una placa de agua debajo. Aquí (I-Pace), las celdas están sobre un plato de agua, por lo que el enfriamiento es mucho mejor».

Tesla por su parte niega esta afirmación, pero a Zeibart no parece importarle: «Lo hemos visto en Nürburgring, el Tesla se degrada bastante rápido, mientras que nuestro coche ejecuta la vuelta completa».