Para Mini, el mayor desafío en el desarrollo de su primer coche eléctrico fue «encajar» las baterías en un modelo tan pequeño

Para Mini, el mayor desafío en el desarrollo de su primer coche eléctrico fue «encajar» las baterías en un modelo tan pequeño

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Publicado: 19/06/2018 13:00

Mini está ultimando el desarrollo de su primer coche eléctrico de producción, que debería ser presentado a finales de 2018 y ponerse a la venta en 2019. Este vehículo estará basado en el actual Mini Hatch de 3 puertas, si bien no se descarta que en el futuro se añada a la gama una variante eléctrica del Mini Hatch de 5 puertas, pues las carrocerías de 3 puertas están perdiendo peso en el mercado a pasos agigantados.

Todavía no se tienen demasiados datos sobre el nuevo Mini eléctrico. Se sabe que se fabricará en Oxford, y que no compartirá baterías ni motores con el actual BMW i3 (BMW es la dueña de Mini), si bien algunos elementos de la transmisión serán comunes. Será el primer vehículo del Grupo BMW en incorporar la quinta generación del BMW eDrive, su sistema de propulsión eléctrica integral.

El modelo en un principio estará enfocado a un uso urbano, por lo que no podemos esperar que la capacidad de sus baterías sea especialmente grande. Algunos medios apuestan por unos 30 kWh, y otros por 40 kWh. Dado el reducido tamaño del Mini, lo más probable es que el límite se encuentre en unos 50 kWh de capacidad.

Respecto a la potencia, teniendo en cuenta el carácter deportivo de Mini, podríamos encontrarnos con un motor de entre 150 cv y 200 cv, lo que pondría al pequeño eléctrico británico a la altura de las actuales versiones Cooper S, pero sin llegar a hacer sombra al Mini tope de gama: el hot hatch Mini John Cooper Works, de 231 cv.

A nivel de chasis, no se esperan cambios de especial calado: el Mini eléctrico debería mantener el dinamismo de las versiones de combustión, conseguido en gran parte gracias a la trabajada suspensión trasera de tipo multibrazo.

Peter Schwarzenbauer, máximo responsable de Mini, ha declarado en una reciente entrevista que la parte más compleja de electrificar el Mini fue conseguir encajar las baterías en un coche de pequeño tamaño. No hay que olvidar que la plataforma UKL1 del Mini Hatch también debe albergar motores de combustión, por lo que si a su pequeño tamaño le unimos este otro condicionamiento, nos encontramos con la problemática de donde emplazarlas.

Lo más probable es que las baterías estén situadas en los bajos traseros del Mini, una solución que ya hemos visto en otros modelos dotados tanto de versiones de combustión como 100% eléctricas, véase el Volkswagen e-Golf o el Hyundai IONIQ.

Fuente | InsideEVs

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