Después de solucionar los cuellos de botella en la producción, Tesla se enfrenta a otro reto. El colapso de los servicios técnicos en algunos mercados

Hace unas semanas os hablábamos de los problemas que Tesla estaba teniendo en algunos mercados como el de Noruega. Allí la lista de espera para realizar una reparación sencilla se estaba disparando, y llegaba a niveles tan elevados que han colocado a la marca norteamericana como la peor valorada en el servicio post-venta y atención al cliente entre los fabricantes de coches.

Así lo confirman algunos testimonios de usuarios de un Tesla que deben afrontar esperas absurdas para pequeñas reparaciones. Havard Wiig es un consultor residente en la localidad de Bergen, que desde hace dos años conduce un Tesla Model S. Hace poco se soltó el guardabarros delantero, lo que le obligó a contactar con la empresa para solicitar una reparación.

Una operación a priori sencilla ya que simplemente había que sustituir las piezas correspondientes. Una reparación de una o dos semanas, que se ha convertido en una espera de cinco meses. Algo bajo su punto de vista inaceptable, que le ha llevado a poner su coche a la venta apenas 24 meses después de su compra. Y es que no es sólo la tardanza en la reparación. Según Wiig, es complicado hasta contactar con el propio servicio técnico de Tesla.

Uno de los problemas es el bajo crecimiento de la mano de obra de los servicios técnicos según aumentan las ventas. Por ejemplo en 2017 las ventas de Tesla en Noruega ventas aumentaron un 100%, mientras que entre enero y junio de este año lo han hecho un 70%. Por su parte la plantilla de los servicios técnicos ha aumentado sólo un 30%.

Según Christina Bu, secretaria general de la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos «Probablemente podrías llamarlo dolores de crecimiento. Se dirigen a toda velocidad a un mercado masivo donde los clientes demandarán un mejor servicio. Noruega es el primer país donde esto realmente está sucediendo «.

Por su parte desde Tesla se ha admitido el problema, pero han puesto el foco en que las autoridades están siendo lentas a la hora de facilitar la expansión servicios ya en marcha en otros países, como las furgonetas de reparación a domicilio. Un formato muy efectivo que sin duda ayudará a mejorar la tasa de espera. También se ha indicado que se realizará la apertura de un gran centro de reparaciones en Oslo, que servirá para mitigar el problema.

Pero la cuestión es que Tesla todavía está en plena fase de aceleración. La llegada del Model 3 no hará más que aumentar la presión sobre los servicios técnicos lo que pone en riesgo el crecimiento de una marca que después de invertir ingentes cantidades de dinero en la escalada de su producción, ahora tendrá que hacerlo en la expansión de la red de reparaciones.

Por suerte para Tesla de momento los clientes son bastante comprensivos. Así lo indican algunos de estos, como el noruego Henrik Eriksen, que han declarado que de tratarse de otra marca no tendrían tanta paciencia. Al mismo tiempo avisan de que hay un paralelismo con los equipos de fútbol. Puedes ser un fan, pero necesitas motivos para creer en el mismo.

Vía | Bloomberg