El gobierno de España otorga dos años más para el cumplimiento de las normas del ciclo WLTP

Después de pasar sin despeinarse por los diferentes escándalos de emisiones contaminantes, que en la práctica ha supuesto un problema de salud pública y un fraude al vender coches con un consumo y emisiones mucho mayores de las publicadas, ahora el gobierno de España ha decidido premiar a estos fabricantes de coches con una moratoria de dos años para el cumplimiento de las nuevas normas del ciclo WLTP.

De esa forma el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha aprobado una prórroga para la entrada en vigor del nuevo ciclo WLTP de dos años, por lo que en lugar del 1 de septiembre de 2018, lo hará el 31 de diciembre de 2020.  Esto quiere decir que hasta el último día de 2020, las marcas de coches en España usarán valores correlados, lo que facilitará el sacarse de encima el stock actual, y prepararse con menos esfuerzo a la entrada en vigor del nuevo ciclo.

Según la asociación GANVAM (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios) en la práctica el retraso de la entrada en vigor del WLTP supondrá una menor pérdida por unidad vendida para las marcas, pasando del 20% estimado de haber entrado en acción el 1 de septiembre, al 5% de hacerlo en 2020.

No sólo eso. Además a pesar de no ser un formato demasiado exigente si lo comparamos con otros como el EPA americano, el WLTP supone una mejora notable en cuanto a la estimación del consumo y emisiones reales de un vehículo. Algo que sin duda pondría en aprietos a muchos modelos que como hemos dicho, han pasado sin problemas por los escándalos de emisiones contaminantes, pero que con el nuevo formato podrían verse comprometidos.

También se verían afectados los varemos para el pago o no del impuesto de matriculación, o una cifra más elevada en caso de ya tener que abonarlo. Al elevar las cifras de emisiones, muchos modelos se quedarían fuera de este sistema que prima a los coches menos contaminantes. Algo que de nuevo se traduciría en subidas de precios, o pérdida de márgenes.

Desde el gobierno se ha indicado que la medida está destinada a mitigar los posibles problemas provocados por la entrada del ciclo WLTP en las ventas de coches, dando una prórroga de dos años.

Opinión

Está claro que la verdadera razón es que a los fabricantes les ha pillado el toro, y no están preparados ni a nivel tecnológico en algunos casos, ni económico en otros, para cumplir con esta nueva norma de emisiones. Y en lugar de realizar las inversiones necesarias para reducir emisiones y electrificar sus gamas, han preferido presionar al gobierno con todo el poder que tiene la industria del automóvil en España para que aprueba esta vergonzosa extensión.

Un nuevo escándalo que supondrá que los fabricantes puedan sacarse de encima unos coches que en algunos casos no cumplirán con los nuevos estándares de emisiones, pero que gracias al beneplácito de las administraciones públicas podrán llegar a nuestras calles de nuevo sin esfuerzo para las marcas.

Vía | Motor.es