Coches eléctricos más baratos, de combustión más caros. Empiezan los efectos de las normas de emisiones de 2025
Los fabricantes europeos se enfrentan a un escenario donde los nuevos límites de emisiones les obligan a vender más coches eléctricos y menos de combustión, por lo que están bajando los precios de los primeros, y aumentando el de los segundundos.
Podríamos decir que si alguien está interesado en comprarse un coche diésel o gasolina, debería hacerlo lo antes posible. Y es que en 2025 entrarán en vigor, a pesar de las fuertes presiones de los grupos automovilísticos europeos, las nuevas normas de emisiones de la UE, que eleva la presión sobre los coches de combustión, y obliga a aumentar las matriculaciones de coches eléctricos.
Los efectos de este cambio normativo ya empiezan a notarse, tanto con el lanzamiento de nuevos modelos eléctricos de precios mínimamente razonables, como con el incremento de los precios de los coches de combustión, que tienen que vender menos pero seguir aportando ingresos.
Audi ha anunciado que aumentará los precios de numerosos modelos de combustión, como el A6 y el Q7, en más de un 2% de media. Al mismo tiempo, la marca ofrece descuentos en coches eléctricos, como el Q4 e-tron y el e-tron GT. Un movimiento que tiene como objetivo ayudar a aumentar las ventas de vehículos eléctricos y cumplir con los requisitos de reducción de emisiones.
Según Thomas Peckruhn, vicepresidente de la Asociación Central de la Industria Automovilística Alemana (ZDK) en una entrevista al diario alemán Automobilwoche. «Los fabricantes ya se están posicionando para las regulaciones más estrictas de 2025. La estrategia de precios de encarecer los motores de combustión y al mismo tiempo ofrecer coches eléctricos e híbridos enchufables más baratos no es una coincidencia«.
Volkswagen está siguiendo el mismo camino: el grupo ha reducido el precio del ID.3 de forma sustancial, con una versión de acceso que en Alemania se coloca por debajo de los 30.000 euros. Algo que ha supuesto reducir en más de 7.000 euros su coste de venta, y que en menor medida también se ha trasladado a España.
Además de Audi y Volkswagen, Opel también está reduciendo los precios de sus modelos eléctricos, como el Mokka Electric, para cumplir con los requisitos ambientales, reduciendo el precio en 3.500 euros respecto a la anterior generación. Unos descuentos específicos y el aumento de los precios de los motores de combustión, que son parte de una reestructuración integral de la industria.
Algunos concesionarios temen que los precios más altos de los modelos gasolina y diésel puedan dificultar las ventas. Algo que en el caso de Alemania, ha supuesto que la relación de marcas como Audi con sus concesionarios sea especialmente tensa.
Y es que mientras que los fabricantes consideran que los ajustes son necesarios para cumplir con la normativa sobre emisiones, los concesionarios reaccionan con escepticismo e incertidumbre ante el aumento de los precios de los motores de combustión, y el estancamiento de las ventas de coches eléctricos.
Y es que como titulábamos el pasado mes de octubre en un articulo titulado «No querían vender coches eléctricos, ahora tampoco venden de combustión. La industria alemana se estrella«, donde hablábamos de la mala relación de los fabricantes y los vendedores alemanes con el coche eléctrico, que provoca que ahora que hay que venderlos, unos no saben fabricarlos, y los otros no saben venderlos.
El resultado será una dura caída de ventas en un momento de transición imparable y obligatoria, que se llevará a algunas marcas por delante por su profunda miopía, y que supondrá en la práctica precios cada vez más competitivos para los coches eléctricos.