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Tesla podría solucionar sus problemas de efectivo mediante una red de concesionarios tradicional

Hace una semana, Tesla anunció un nuevo recorte de personal para conseguir mejorar su rentabilidad. Así, la empresa californiana prescindirá próximamente del 7% de su plantilla, algo que debemos sumar al aumento en el precio de utilizar los Supercargadores y el final del exitoso programa de referidos. Esta batería de medidas debería ayudar a la compañía a mejorar sus números durante los primeros meses de 2019, que serán cruciales debido a la expansión internacional del Model 3.

Tesla ha sido muy criticada por los expertos por su falta de visión a la hora de reducir costes, pues muchas de las decisiones de la compañía han tenido como consecuencia elevados costes de capital. Este es el caso de su decisión de fabricar sus propios asientos en lugar de encargárselos a un proveedor externo, el de intentar automatizar al máximo la línea de producción del Model 3 cuando el resto de la industria sabía que hay operaciones que un robot todavía no puede realizar, o su modelo de venta directa.

Tesla actualmente no tiene concesionarios, sino Tesla Stores. La compañía ha gastado miles de millones de dólares en crear su propia red de tiendas minoristas en lugar de confiar en una red de concesionarios franquiciados como hacen el resto de marcas de coches del mundo. De acuerdo con Tesla, este modelo les permite vender de forma más adecuada coches eléctricos que un concesionario tradicional.

Sin embargo, a la hora de la verdad los resultados han sido unos gastos más elevados en los departamentos de ventas y administración que los de cualquier otro competidor, gastos que además no se han revertido de manera significativa a pesar de que el volumen de ventas de Tesla es cada vez más elevado gracias a la enorme demanda que está experimentando el Model 3 en Estados Unidos, donde ha cosechado un gran éxito de ventas.

Para construir su red de tiendas, Tesla adquirió terrenos o espacios para ellas, después las diseñó y construyó; además, fue la encargada de contratar y formar al personal de ventas, algo que también tuvieron que hacer con los trabajadores del servicio técnico. Con un modelo de concesionario tradicional, de tipo franquicia, todas estas tareas se dejarían en manos de los franquiciados, por lo que Tesla ahorraría una gran cantidad de efectivo.

Mantener un modelo de ventas directa supone reducir los márgenes de beneficios de los vehículos, y si bien por el momento Tesla mantiene unos márgenes altos, necesita ahorrar costes al máximo si quiere mantenerse competitiva frente a sus rivales, que cada vez apuestan con más decisión por el coche eléctrico.

Fuente | Forbes

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