Francia acaba de anunciar que invertirá 700 millones de euros durante los próximos cinco años en la industria de baterías europea, la cual será clave para el futuro del viejo continente cuando los coches eléctricos se estandaricen y sus ventas se vuelvan masivas. Con este movimiento, Francia pretende que los fabricantes europeos dejen de depender de los productores de baterías asiáticos.
Este último punto ha sido confirmado por el propio presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante un discurso ante la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos Motorizados, cuya sede se encuentra en París. Allí, Macron ha dado a conocer la estrategia de Francia para ayudar a su industria automovilística a ser competitiva frente a sus rivales asiáticos y estadounidenses.
Este plan se ha anunciado poco después de que Alemania hiciera pública su inversión de 1.000 millones de euros dedicados a la producción de baterías de coches eléctricos con exactamente los mismos objetivos. Así, ambos países apuntan a conseguir crear empleo con estas medidas, pues son conscientes de que los puestos relacionados con la producción de motores térmicos poco a poco irán despareciendo, por lo que es importante crear nuevos trabajos relacionados con la nueva industria automovilística en Europa.
Macron ha confirmado que se construirán dos fábricas de baterías, una en Francia y otra en Alemania, ambas bajo una iniciativa franco-alemana. Con la construcción de ambas plantas se pretende apoyar a los fabricantes franceses (PSA Peugeot-Citroën, Renault…) y alemanes (Volkswagen, Daimler, BMW…), los cuales son conscientes de que en caso de que se dé una guerra comercial depender de proveedores asiáticos tiene un gran peligro.
«Como presidente de Francia, no puedo estar contento con una situación en la que el 100% de las baterías de mis vehículos eléctricos se producen en Asia», declaró Macron. «En términos de soberanía e independencia, creo que a la larga no es bueno que nuestra industria y la industria europea dependan al 100% de los no europeos. Por eso necesitamos una llamada de atención europea». Los planes de Francia también pasan por invertir en la creación de más puntos de carga y promocionar entre los consumidores los beneficios de comprar un coche eléctrico.
China lleva ya un tiempo invirtiendo en las baterías y en el coche eléctrico como forma de introducirse en el mercado automovilístico internacional y pasar a dominar la industria. El hecho de controlar toda la cadena de valor en la producción de coches eléctricos, incluyendo la fabricación de un elemento clave como son las baterías, le da una enorme ventaja competitiva. Corea del Sur y Japón también tienen un enorme peso en esta industria, hasta el punto de que los principales fabricantes pertenecen en su totalidad a estos tres países asiáticos: Panasonic, LG Chem, Samsung SDI, CATL, BYD, SK Innovation…
Fuente | Reuters
