Tesla acaba de publicar sus resultados financieros del primer trimestre del año, así como la carta para los accionistas correspondiente a dicho periodo. De acuerdo con la marca americana, ha obtenido un total de 4.500 millones de dólares en ingresos, así como unas pérdidas netas de 702 millones de dólares (4,10 dólares por acción) a pesar del gran volumen de negocio, unas cifras por debajo de lo esperado por los expertos de Wall Street.
Al final de este trimestre Tesla tenía un total de 2.200 millones de dólares en efectivo, lo que ha supuesto una disminución de cerca del 40% respecto a finales del año pasado. Aparentemente, las operaciones de la compañía durante el trimestre han supuesto el gasto de 640 millones de dólares en efectivo, una cifra elevada que debería contenerse de cara al segundo trimestre.
De acuerdo con la empresa, estas pérdidas se deben a los retrasos en las entregas del Model 3 en Europa y China. «Comenzamos la producción y las entregas de unidades del Model 3 para los mercados extranjeros durante el primer trimestre. Para satisfacer rápidamente la demanda internacional, la fabricación de los Model 3 para Europa y China se produjo durante la primera mitad del trimestre, con la producción para los mercados locales (Estados Unidos) en la segunda mitad. Esto ha significado que numerosas entregas se han aplazado al segundo trimestre».
Con su modelo de venta directa, hasta que Tesla no le entrega su vehículo al cliente no recibe el ingreso correspondiente. Si a esto le sumamos una caída en ventas del 31% respecto al cuarto trimestre de 2018 (si bien respecto al primer trimestre de 2018 las entregas han aumentado en algo más del 100%), el pago de bonos por valor de 920 millones de dólares en marzo, la caída en ventas de los Model S y Model X debido a la pérdida de incentivos en Estados Unidos (caída que debería revertirse con su último lavado de cara), y los malos resultados de la división energética (con una caída del 35%), tenemos como resultado las cuantiosas pérdidas anunciadas.
Sin embargo, la caída no ha sido tan elevada como en el primer trimestre del año pasado, en el que Tesla tuvo unas pérdidas netas de 709,6 millones de dólares, o lo que es lo mismo, 4,19 dólares por acción. Estos malos resultados supusieron todo un récord en su momento, y se debieron principalmente a los esfuerzos de la marca por incrementar la producción del Model 3.
A pesar de todo, no son todo malas noticias. Para empezar, Tesla ha confirmado que el Model 3 todavía goza de unas buenas ventas en Estados Unidos, pues se mantiene como el coche premium más vendido del país, superando al segundo clasificado en casi un 60%. Además, la marca estima que para el tercer trimestre del año volverá a tener ganancias, gracias entre otras cosas a su producción estimada de entre 360.000 y 400.000 vehículos para todo el año (500.000 si la Gigafábrica de Shanghái está operativa en el cuarto trimestre). Recordemos que durante el primer trimestre la marca ha entregado alrededor de 63.000 vehículos.
Fuente | Tesla
