Seguro que todos o casi todos nos hemos preguntado alguna vez por qué no se instalan puntos de recarga para coches eléctricos cerca de los muchos parques eólicos que hay en España. Una forma de aprovechar un recurso renovable y sobre todo mostrar de la mejor manera a los consumidores el enorme potencial que supone la combinación de renovables y coches eléctricos.
De esa forma la energética Endesa, a través de Enel Green Power España (EGPE), ha dotado a cuatro de sus parques eólicos gallegos de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Se trata de los primeros puntos de recarga en parques eólicos en España. Posteriormente, EGPE irá instalando estas infraestructuras en todos sus parques, para poder dar servicio a los coches de la compañía, ya que, actualmente, el 30% de su flota corporativa corresponde a coches híbridos y eléctricos.
Estos primeros parques son los de Touriñán IV, en Aranga, y Castelo, en Coristanco y Tordoia (ambos en la provincia de A Coruña), Couto de San Sebastián, en Silleda (Pontevedra), y Careón, en Palas de Rei (Lugo). La instalación de los equipos ha sido realizada por Endesa X, la nueva línea de negocio de Endesa que ofrece servicios de valor añadido y soluciones tecnológicas innovadoras en el mundo de la energía, como la movilidad eléctrica.
Según la eléctrica, el uso de vehículos eléctricos en los parques eólicos refuerza la sostenibilidad de este tipo de instalaciones de generación, ya que evita la emisión de gases de efecto invernadero en entornos de interés ambiental donde vive fauna salvaje.
Hasta aquí todo bien, el problema es que una vez más estamos ante un acción publicitaria sin demasiado impacto en uno de los apartados con peor trato por parte de las eléctricas, como es la infraestructura de recarga pública. Y es que estos puntos serán de uso exclusivo para los empleados de la propia Endesa, que podrán moverse en coche eléctrico hasta el propio parque y recargar la batería durante su jornada laboral.
Pero una vez más estamos ante una ocasión muy interesante de dar un pequeño impulso por número de estaciones a poner en marcha, pero que sería enorme a nivel publicitario y mediático, no sólo para la propia Endesa sino para todo el sector del coche eléctrico.
Muchos podrán pensar que un parque eólico no es un lugar muy adecuado para que un particular se acerque con su coche. Pero no sería necesario conectar los puntos a la base de cada aerogenerador, sino poner en marcha una pequeña estación a los metros convenientes para mantener la seguridad. Un aspecto que tendría un coste mínimo para una empresa como Endesa que lleva años apostando por la movilidad eléctrica de forma interna, pero que le falta salir del armario y hacerlo también de forma externa.
Por ejemplo en su nota de prensa podemos leer que la compañía tiene el objetivo de electrificar la mitad de su flota corporativa (operativa, comercial y de representación) en tres años, lo que supone que, en 2021, tendrá incorporados a ella más de 400 vehículos eléctricos puros y cerca de 600 híbridos que permitirán un ahorro de emisiones a la atmósfera de 1.779 toneladas de CO2.
Un esfuerzo que se ha acompañado de grandes anuncios, como la puesta en marcha de Endesa X, que tienen ejecución el plan más ambicioso para impulsar la movilidad eléctrica que se haya puesto en marcha en nuestro país, con una inversión de 65 millones de euros: 108.000 puntos de recarga públicos y privados para vehículos eléctricos en los próximos cinco años, de los que más de 8.500 puntos serán de acceso público, pero de los que de momento sólo hemos visto el anuncio.
La conclusión es que las eléctricas, las principales beneficiadas por la llegada y expansión del coche eléctrico, continúan en una fase embrionaria de sus proyectos, y no ofrecen una alternativa de movilidad para los actuales propietarios. Algo a lo que ayudaría con un simple gesto de extender estas nuevas infraestructuras de recarga privadas al resto de usuarios, y no dejando este movimiento en un simple acto publicitario.
Fuente | Endesa
