Unas de las mayores preocupaciones de los fabricantes y de muchos conductores cuando hablamos de un coche eléctrico, es la vida útil de sus baterías. La mayor parte de los fabricantes tiene previsto qué sucederá con las baterías usadas cuando se sustituyan por otras nuevas en los vehículos eléctricos de su gama.
Nissan fue de los primeros fabricantes en dar una segunda vida a las baterías de sus Leaf utilizando estos packs como acumuladores de energía eléctrica para hogares o edificios de empresas. Por ejemplo, en la actualidad 148 packs de baterías almacenan 3 MW de electricidad en el Amsterdam Arena, la cual está generada por 4.200 células colares en el techo del estadio de fútbol, donde juega el conocido equipo Ajax. Una instalación similar se ha llevado a cabo en el club de cricket de Beddington en el Reino Unido.
Esto, de momento, es solo el principio, y es que con el tiempo se espera que este tipo de aplicaciones sean más comunes y se extiendan a edificaciones de todo el mundo. Los fabricantes alemanes insisten en que ellos también están listos para dar una segunda vida a las baterías usadas de los vehículos eléctricos.
Según Mercedes-Benz, la marca ha integrado baterías en tres lugares de almacenaje para poder disponer de un total de 40 MW/h. Según el fabricante premium, las baterías usadas pueden usarse en esta segunda aplicación durante diez años más.
Por otro lado, Volkswagen quiere utilizar las baterías que aún dispongan de un 80% restante de su vida útil como puntos de recarga móviles. El grupo automovilístico quiere ser el líder en este sector y para ello intentará que las baterías cuenten con un 97% de capacidad restante, algo que creen poder alcanzar si se descartan las baterías dañadas o que no tienen suficiente capacidad.
Actualmente, la marca está llevando a cabo un programa piloto en la planta de Salzgitter, donde también está situada una planta de reciclaje. El proyecto pretende recuperar las materias primas de las celdas de iones de litio como el cobalto, níquel, manganeso y, por supuesto, el propio litio.
Volkswagen espera recibir muchas baterías de coches eléctricos usadas para el año que viene, debido a que la mayoría de las baterías cuentan con una vida útil de 8 a 12 años. Sin embargo, los fabricantes parecen lavarse las manos cuando la sustitución de las baterías de un coche eléctrico se hace necesaria, y es el cliente final el que acaba pagando la operación. Un mantenimiento que no es nada barato y que a más de un propietario le hará plantearse un nuevo coche.
Fuente | Automobil Produktion