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El primer Tesla Model S en llegar al millón de kilómetros

Cuanto en 2014 el alemán Hansjörg-Eberhard compró un Tesla Model S de ocasión, nunca pensó que cinco años después habría recorrido a sus mandos 1 millón de kilómetros. Una cifra que ha logrado alcanzar esta semana y que colocan en el libro Guinness de los récords como el coche eléctrico de producción con más kilometraje en su marcador.

Para celebrar la ocasión, este propietario ha compartido con nosotros algunos datos de este logro, que como decimos comenzó en 2014 con la compra de un Model S de ocasión. Este contaba con apenas 30.000 kilómetros, y llegó a la vivienda de este propietario para sustituir a un viejo Mercedes 500E que ya apenas utilizaba ya que había sustituido sus recorridos cortos por la bicicleta o desplazarse a pié.

Pero la llegada del coche eléctrico, y la instalación fotovoltaica de su tejado, le animó a incrementar el uso del coche, y gracias a la red de Supercargadores ha ampliado su círculo de viajes cada vez más y más. Todo hasta pasar buena parte del tiempo en la carretera para acumular hasta 200.000 kilómetros por año.

Uno de los principales cambios ha sido el coste operativo. Gracias a su sistema solar y el uso de tarifas nocturnas, puede cargar su coche con un coste de apenas 7 céntimos de euro el kWh, o menos de 2 euros cada 100 km. Por su parte en los desplazamientos más largos utiliza la red de carga de Tesla que puede usar de forma gratuita, al igual que muchos puntos públicos que no tienen coste.

En cuanto al coste de reparaciones, en estos cinco años y 1 millón de kilómetros el Model S ha necesitado un total de 13.000 euros en mantenimientos fuera de la garantía. No se cuentan en estos el cambio de dos motores, una vez con solo 40,000 kilómetros y una segunda a los 320,000 kilómetros. La batería se cambió una vez cuando el coche contaba con 290,000 kilómetros, también dentro de la garantía. El principal gasto ha sido el relacionado con el ordenador central y la pantalla, que ha necesitado un cambio que ha costado 3.100 euros.

Pero esto según el propietario se compensa de sobra con el menor coste operativo y de reparaciones en la parte mecánica. Y es que este Model S a pesar de llevar 1 millón de kilómetros sólo ha necesitado un cambio de pastillas de freno, y un cambio de los discos delanteros. Algo que compara con las cuatro veces que ha tenido que sustituir el sistema de frenado en su anterior Mercedes diésel después de 350.000 km. Algo que añade la rotura del motor a los 110.000 km.

Entre los hábitos de conducción este propietario cumple con los consejos habituales en este tipo de vehículos, como el mantener la carga de la batería entre el 20 y el 80%, para evitar la degradación. También recomienda una conducción tranquila para evitar el calor residual que pueda dañar las baterías.

En cuanto al tema de la recarga rápida, este propietario admite que debido a sus muchos viajes debe echar mano de forma habitual de los Supercargadores. En torno al 40% de sus cargas durante los viajes se realizan con estos, pero al mismo tiempo intenta utilizar cuando es posible estaciones de menor potencia para reducir el calor dentro de la batería.

Hábitos que han permitido que este Tesla Model S P90 se haya convertido en el primero en lograr superar la barrera del millón de kilómetros, y todavía con seguramente mucha vida por delante.

Nos falta por saber el estado de la batería después de este largo periplo, pero de momento el propietario no ha realizado un diagnóstico de la batería para conocer su estado después de 710.000 kilómetros recorridos desde su instalación sustituyendo a la anterior. Pero a la vista del buen trato recibido, es muy posible que esta apenas haya bajado demasiado del 90% de capacidad.

 

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