El Renault ZOE en Bucarest tendrá un precio que bajará según aumenten los niveles de emisiones de la ciudad

La capital de Rumania es la segunda ciudad más contaminada de Europa. Los niveles de emisiones superan por momentos en 10 veces los máximos recomendados por Europa. Algo que no sólo tiene un enorme impacto en la salud de los ciudadanos, sino que además supone un riesgo de recibir fuertes multas por parte de la Unión Europea.

La razón principal de estas horrorosas cifras tienen su origen en el tráfico. Un parque móvil envejecido que además se ve perjudicado por los eternos atascos del centro de la ciudad. Algo que ha motivado a Renault a realizar una llamativa campaña publicitaria.

Para ello han instalado una de las pantallas digitales más grandes del continente muestra la imagen de un Renault ZOE, cuyo precio sube y baja a lo largo del día. Una cotización similar a la de la bolsa, pero que se mueve según lo hacen las cifras de emisiones de la ciudad. Cuanta más contaminación, más barato sale el ZOE. Una cifra que puede variar entre 1.000 y 3.000 euros.

Para conocer estos datos, Renault ha instalado una serie de sensores que recogen en tiempo real las cifras de contaminación de la ciudad, que son enviados al instante al centro de control donde un algoritmo determina cuánto debe bajar el precio del vehículo. Una cifra que los interesados pueden ver en sus teléfonos también en tiempo real para solicitar la compra a su concesionario más cercano.

No deja de ser una campaña publicitaria, pero sin duda original y efectiva ya que permite por un lado mostrar de una forma gráfica el grave problema de muchas ciudades en el aspecto de la contaminación, así como también conocer que de no tomar cartas en el asunto Europa aplicará fuertes sanciones. Algo que debe animar a las autoridades también a poner en marcha medidas para lograrlo.

Y es que la propia Bucarest se enfrenta a sanciones por parte de la UE por sus elevadas cifras de contaminación, que pueden llegan a suponer sólo a la ciudad rumana hasta 400.000 euros diarios si no ataja el problema. Algo de lo que deben tomar otras ciudades europeas que no han puesto en marcha medidas decididas para atajar el problema.

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